Catorce países mantienen la suspensión a las importaciones de carnes brasileñas y sus derivados, mientras otros 37 dejaron de comprar solo a frigoríficos involucrados en la elaboración de productos cárnicos adulterados, indicó hoy un reporte gubernamental.
Argelia, Qatar, México, Bahamas, San Vicente y las Granadinas, Marruecos y Zimbabwe continúan sin comprar productos cárnicos, en tanto Jamaica, Trinidad y Tobago, Panamá, Granada, San Cristóbal y Nevis, Santa Lucía y Belice siguen sin adquirir carne procesada.
Según el Ministerio de Agricultura, Japón, Suiza, Vietnam y los países de la Unión Europea (28) dejaron solo de importar de los 21 frigoríficos investigados por la operación Carne Débil, que descubrió una red de corrupción para la elaboración de productos cárnicos adulterados y otorgar permisos sanitarios sin control efectivo.
Por otra parte, Sudáfrica y los Emiratos Árabes mantienen restricciones a seis frigoríficos; Arabia Saudita y Bahrein a cuatro, y Canadá y Perú a dos.
Las importaciones de carne brasileña fueron retomadas por Irán, China y la región administrativa de Hong Kong, Chile, Egipto, Corea del Sur y Barbados, mientras Estados Unidos, Malasia, Argentina y Benin reforzaron los controles sanitarios a los productos brasileños.
En una conferencia de prensa ofrecida hoy aquí, el comisario de Salud y Seguridad Alimentaria de la Unión Europea (UE), Vytenis Andriukaitis, anunció la posible aplicación de medidas más rigurosas para la importación de carnes brasileñas.
Necesitamos disponer de un sistema de control oficial e independiente y tener plena confianza, subrayó el alto funcionario antes de señalar que resulta también imprescindible montar un esquema de respuesta inmediata en caso de producirse otra crisis como la generada por la operación Carne Débil, de la Policía Federal (PF).
La decisión de introducir medidas más estrictas por parte de la UE está en estudio, anticipó Andriukaitis, cuya visita a Brasil estaba programada antes de conocerse la existencia de una red de corrupción que facilitaba la elaboración de productos cárnicos adulterados y la concesión de permisos sanitarios sin ningún tipo de control efectivo.
Manifestó además que «estamos fortaleciendo las verificaciones documentales y físicas en todas las áreas de interés» y sugirió a los países miembros de la UE verificar cada producto que entre a su territorio.
Brasilia, 30 de marzo 2017
Crónica Digital /PL