El viernes, el Ministerio de Defensa de Rusia confirmó oficialmente la liberación de la ciudad de Soledar, en la República Popular de Donetsk. Desde la cartera militar señalaron que este paso permite cortar las rutas de suministro de las tropas ucranianas en Artiómovsk para luego rodearlas. Además, reconocieron que este avance se logró gracias a la actuación de los integrantes del Grupo Wagner.
Moscú, 15 de enero 2023
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Dom Ene 15 , 2023
Cada año, la Comisión Económica para América Latina (CEPAL) publica, entre otros, dos documentos de enorme importancia para el análisis de la región: uno enfoca la situación social y otro las perspectivas económicas. Juan J. Paz-y-Miño Cepeda*, colaborador de Prensa Latina Hace pocos días circularon “Panorama Social de América Latina y el Caribe 2022: La transformación de la educación como base para el desarrollo sostenible”. (https://bit.ly/3Zjb8e8) y también “Balance Preliminar de las Economías de América Latina y el Caribe 2022” (https://bit.ly/3Cwsr1B). Contienen información contundente sobre la región, además de propuestas de políticas para tratar de superar los problemas advertidos, que están basadas en datos oficiales de los distintos países. Desde luego, se trata de un retrato sobre la coyuntura; pero también se encuentran reflexiones estructurales con suficiente profundidad analítica. Sin embargo, este tipo de estudios no suelen ser destacados en esferas oficiales y peor aún por los economistas neoliberales cuyas ideas van en línea opuesta a la cepalina, a la que algunos incluso llegan a considerar “comunista”. De modo que puede anticiparse que mientras la CEPAL presenta datos y cifras basados en información cierta y objetiva, hay gobiernos y analistas que internamente presentan en sus países cifras manoseadas y propagandísticas para tratar de convencer a sus ciudadanos que todo va bien. Un análisis ponderado De acuerdo con la CEPAL, si bien desde 2014 aparece la tendencia, es desde el 2019 que se presenta una desaceleración “generalizada y sincronizada” de las economías latinoamericanas en los distintos sectores, de modo que entre 2014- 2020 se conformó un ciclo de menor crecimiento de la región en los últimos 40 años. CEPAL reconoce que desde 2021 hasta el primer semestre de 2022 hubo un “efecto rebote” de crecimiento económico del PIB (6.6 por ciento en 2021) superior a lo esperado, aunque no se alcanzaron los niveles que hubo en el ciclo previo a la pandemia del Covid-19 (en Ecuador sirvió para que el gobierno hiciera propaganda de su “éxito” económico); pero la desaceleración (“agotamiento del efecto rebote”) retornó en el segundo semestre, algo que se mantendrá en 2023, pues la tasa de crecimiento será, en promedio, del 1.3 por ciento, inferior al del año pasado. Es un efecto “de las políticas monetarias restrictivas, mayores limitaciones del gasto fiscal, menores niveles de consumo e inversión y el deterioro del contexto externo”. Una nota del Banco Central del Ecuador señala que la previsión de crecimiento para el año 2022 es del 2,7 por ciento, es decir una reducción de 0,1 por ciento respecto a la previsión anterior de 2,8% (https://bit.ly/3WJsO0V), algo que la CEPAL igualmente ratifica en su informe, que reduce al 2% el crecimiento del país para 2023. El contraste latinoamericano es Venezuela, que aumentará el crecimiento al cinco por ciento en 2023. Sin duda, las repercusiones sociales han sido devastadoras, con la “reducción de la creación de empleo formal, un aumento de la informalidad, el estancamiento o pérdida de los salarios reales, caídas en la inversión y crecientes demandas sociales”. Además, cabe observar lo […]