El objetivo es aumentar las exigencias para acceder al sector municipal y particular, como un primer paso para fortalecer la carrera docente.
El texto corresponde a una moción de los diputados Romilio Gutiérrez (UDI),Felipe Kast (UDI); Jaime Bellolio (UDI), José Manuel Edwards (RN); José Antonio Kast (UDI),Pablo Lorenzini (DC); Cristián Monckeberg (RN), Jorge Sabag (DC) y Mario Venegas (DC), y de la diputada María José Hoffmann (UDI), que modifica el Decreto Ley N°1, de 1996, del Ministerio de Educación, sobre Estatuto de los Profesionales de la Educación, para aumentar las exigencias en la formación pedagógica.
Los legisladores indican que un factor clave en el logro de una mejor educación es la efectividad de los docentes en el proceso de enseñanza y por ello es necesario asegurar y promover la presencia de docentes efectivos en las aulas.
Los autores de la iniciativa recuerdan que se encuentra en trámite en el Congreso el proyecto de Reforma Tributaria, cuya misión es financiar los cambios al sistema educacional. Pero, añaden, «toda reforma educacional como la que se pretende implementar debe partir por el establecimiento de nuevas lógicas en la profesión docente, jerarquizándola. Para ello no sólo se requieren políticas públicas adecuadas, sino que además se necesita de un cambio en la conducta referida a la percepción de la profesión pedagógica, vista como un empleo sin mayores exigencias para su ingreso, mal remunerada, sin significativos incentivos laborales y profesionales, entre otros aspectos».
En la actualidad, un 35% de los alumnos que ingresó a una carrera docente no rindió la PSU, y del 65% restante un 50% de ellos ingresó con un puntaje inferior a los 500 puntos. Adicionalmente, en el plano de las percepciones sociales, sólo un 22 por ciento de los jóvenes está de acuerdo o muy de acuerdo con que en Chile es un orgullo ser profesor.
Los parlamentarios reconocen los esfuerzos anteriores en esta materia, como la Beca Vocación de Profesor, creada el 2010, para incentivar el ingreso a pedagogía de jóvenes con altos puntajes en la PSU. Así, el año 2011 se logró que la proporción de inscritos en pedagogía provenientes del mejor 30 por ciento de la distribución de resultados en la PSU de los matriculados aumentara de un 10,7 a un 18,1 por ciento, en comparación con el promedio del período 2007-2010; y que el puntaje promedio de las carreras de pedagogía creciera en 13 puntos.
Por eso, indican los patrocinantes de la iniciativa, se debe seguir el ejemplo de los países con mejor desempeño educativo, los cuales tienen sistemas que logran atraer a los estudiantes de más altas habilidades a la formación docente inicial, retienen a los mejores docentes en la profesión y los estimulan y apoyan a lo largo de su carrera para que hagan su mejor esfuerzo.
Obligatoriedad Inicia
El texto establece como requisito obligatorio para los profesores y educadores haber obtenido una calificación satisfactoria en el Examen Inicial de Conocimiento y Habilidades Docentes (INICIA), para poder desempeñarse en establecimientos educacionales.
Adicionalmente, se plantea que los futuros estudiantes de pedagogía obtengan resultados satisfactorios en la PSU o se encuentren dentro del grupo de mejor rendimiento de su establecimiento de enseñanza media, para poder matricularse en las instituciones de educación superior. Así, deberán obtener un puntaje comprendido en el 30 por ciento superior de la distribución de desempeño o haber obtenido un promedio de notas de enseñanza media que se encuentre dentro del 15 por ciento mejor del establecimiento.
Se permite, finalmente a las instituciones de educación superior poder matricular hasta un 10 por ciento de alumnos que no cumplan con los requisitos establecidos anteriormente.
Santiago de Chile, 30 de julio 2014
Crónica Digital / Agencias