Especialistas de Egipto y Alemania comenzaron hoy los trabajos de restauración de la máscara mortuoria del faraón Tutankamón, en el museo egipcio de El Cairo.
Esa pieza arqueológica, de tres mil 300 años de antigüedad y una de las más conocidas mundialmente del periodo faraónico, fue dañada hace algo más de medio año por una torpeza de trabajadores que mejoraban el sistema de iluminación del museo.
Como consecuencia, la barba, de oro macizo al igual que el resto de la máscara, se desprendió totalmente.
En su apuro, los trabajadores del museo la pegaron con resina epóxica, lo cual no estuvo del todo errado, si no fuera porque la «restauración» fue hecha de una manera chapucera, dejando restos del material visibles.
Ahora, la marcara funeraria fue trasladada desde la sala de exposición a otra dentro de mismo museo, transformada ahora en laboratorio para la restauración, declaró a la prensa la portavoz del ministerio de Antigüedades, Mushira Musa.
El proceso científico de restauración es acometido por un equipo liderado por el especialista alemán Christian Eckmann, reconocido experto mundial en trabajos sobre metal y vidrio.
Tras una valoración previa, Eckmann aseguró que la máscara de Tutankamón no corría peligro, pues los daños inflingidos a ella, tanto en el momento en que se desprendió la barba, como en los intentos de pegarla con el referido producto, eran «reversibles».
El Cairo/ PL
Crónica Digital
Santiago de Chile 10 de octubre 2015