Sebastián Piñera cumplió su amenaza y envió un recurso al Tribunal Constitucional para frenar el proyecto de tercer retiro del 10% de los fondos de pensiones de las AFPs, que fue aprobado en forma mayoritaria por el Poder Legislativo y contaba con el amplio respaldo de la ciudadanía, en el contexto del completo abandono en que las familias han tenido que enfrentar los impactos de la crisis de la COVID–19. Es un síntoma más de la profunda crisis de representatividad que afecta nuestra democracia. En este país, las decisiones se toman a puertas cerradas, y está clara la razón. Porque esa es la esencia del tipo de la democracia representativa existen en Chile, en donde el pueblo sólo elige representantes, y estos en vez de servirles, como es de esperar, suelen terminar sirviéndose del pueblo. Seamos honestos: en los tiempos que corren, el Presidente, más que “Su Excelencia”, se ha transformado en un pequeño “rey”, que hace lo que se le antoja; y los ministros, más que servidores del Estado, parecen cortesanos de su majestad. ¿Tenemos aún tiempo para solucionar este ad portas de una Nueva Carta Fundamental? ¿Querrá la casta política llegar a un gran acuerdo nacional que le dé poder al pueblo para tomar decisiones sobre su destino? Imagine, amable lector, que usted es el empleador del poder. Sí, como lo lee. Le pondré un ejemplo. Cuando una persona falta dos lunes seguidos al trabajo sin justificación, o dos días seguidos, podría ser despedido sin derecho a indemnización por años de servicio. Si llega tarde, su empleador podría entregarle una carta de amonestación y, de acumular varias, podrían despedirlo por incumplir las obligaciones del contrato de trabajo. Ahora lleve esto al campo de la política y de los cargos de elección popular. Si el Presidente de la República, los parlamentarios y alcaldes no hacen bien su trabajo, este debiera quedar supeditado al escrutinio y sanción popular. Tal como lo lee: usted tomaría el lugar de “empleador”. Esto no se hace con desorden, sino con un mecanismo institucional llamado referéndum revocatorio. Un referéndum revocatorio constituye un mecanismo de democracia directa que permite la posibilidad de que los votantes convoquen a un plebiscito para revocar el mandato de las autoridades electas por voto popular. En Suiza, por ejemplo, el sistema de referéndum revocatorio se utiliza en 6 de 26 cantones y se necesitan del 2% al 30% de las firmas del electorado para celebrarse. No se apunta a individuos en concreto: si se obtiene una mayoría de votos, se disuelve el órgano y se eligen nuevos miembros hasta que lleguen las elecciones regulares. O sea, por el mal trabajo se van todos. Dato curioso: Suiza tiene este mecanismo en sus cantones desde mediados del siglo XIX. Otras Constituciones europeas que incluyeron la revocación del mandato en su articulado fueron las del Liechtenstein de 1921, de Letonia de 1922 y la Austriaca de 1929. Casos más o casos menos, lo importante es que el referéndum revocatorio se trata de un derecho […]

“Comer el mundo”, y “salvaguardar el mundo”, son metáforas, frecuentes en la boca de líderes indígenas, que cuestionan el paradigma de nuestra civilización, cuya violencia casi ha hecho desaparecer a los indígenas. El virus COVID–19 ha caído como un rayo sobre el paradigma de “comer el mundo”, es decir, explotar ilimitadamente todo lo que existe en la naturaleza, bajo la perspectiva de un crecimiento/enriquecimiento sin fin. El virus ha destruido los mantras que lo sustentan: centralidad del lucro, alcanzado mediante la competencia, la más feroz posible, acumulado privadamente, a costa de la explotación de los recursos naturales. De obedecer estos mantras, estaríamos seguramente en mal camino. Lo que nos está salvando es lo ocultado e invisibilizado en el paradigma de “comer el mundo”: la vida, la solidaridad, la interdependencia entre todos y el cuidado de la naturaleza y de unos a otros. Es el paradigma imperativo de “salvaguardar el mundo”. El paradigma de “comerse el mundo” es muy antiguo. Viene de la Atenas del siglo V a.C., cuando el espíritu crítico irrumpió y permitió percibir la dinámica intrínseca del espíritu que es la ruptura de todos los límites y la búsqueda del infinito. Tal propósito fue pensado por los grandes filósofos, por los artistas, aparece también en las tragedias de Sófocles, Esquilo y Eurípides y es practicado por los políticos. Ya no es el medén ágan del templo de Delfos: “nada en exceso”. Este proyecto de “comer el mundo” tomó forma en la misma Grecia con la creación del imperio de Alejandro Magno (356–323), que con sólo 23 años fundó un imperio que se extendía desde el Adriático hasta el río Indo, en la India. Este “comer el mundo” se profundizó en el vasto Imperio Romano, se fortaleció en la era colonial e industrial moderna y culminó en el mundo contemporáneo con la globalización de la tecnociencia occidental, expandida a todos los rincones del planeta. Es el imperio de lo ilimitado, traducido en el propósito (ilusorio) del capitalismo/neoliberalismo de crecimiento ilimitado hacia el futuro. Basta con poner como ejemplo de esta búsqueda de crecimiento ilimitado el hecho de que en la última generación se quemaron más recursos energéticos que en todas las generaciones anteriores de la humanidad. No hay lugar que no haya sido explotado para la acumulación de bienes. Pero he aquí que ha surgido un límite insuperable: la Tierra, limitada como planeta, pequeña, superpoblada, con bienes y servicios limitados, no puede soportar un proyecto ilimitado. Todo tiene límites. El 22 de septiembre de 2020, las ciencias de la Tierra y de la vida lo han identificado como el Día del Sobregiro de la Tierra (The Earth Overshoot Day), es decir, el límite de los bienes y servicios naturales renovables, básicos para mantener la vida. Se han agotado. El consumismo, al no aceptar límites, conduce a la violencia, arrancando a la Madre Tierra lo que ella ya no puede dar. Estamos consumiendo el equivalente a una Tierra y media. Las consecuencias de esta extorsión se manifiestan en la reacción […]

En 1967 se estrenó en el Teatro Antonio Varas de la Universidad de Chile la cantata “Fulgor y Muerte de Joaquín Murieta” con texto de Pablo Neruda, música de Sergio Ortega  (1938 – 2003). Fue dirigida por Pedro Orthus (1917-1974) e interpretada por el elenco del Instituto de Teatro de la Universidad de Chile. Es la única obra de teatro que escribió Neruda, quien para celebrar, hizo una fiesta en su casa de Isla Negra, a la que asistieron los actores y técnicos, intelectuales y artistas de la época. Cinco años después Ignacio Ossa escribió un ensayo donde afirma que “Cuando la humillación es la nueva estrategia para aplastar a estos pueblos, se alzan las figuras que arrastran torrentes de esperanzas, confianza y orientación de las energías populares. Hay todavía pesimistas que suponen difunto a Murieta. Hombres de escaso calibre, habría que responderles: Joaquín se está multiplicando. Neruda se ha desquitado y no lo dejó tranquilo. ¿No recuerdan? !Lo dejó cabalgando!”, señala Ossa en este texto. Empresa poética del rescate: fulgor y muerte de Joaquín Murieta. Por Ignacio Ossa (*) 1 PABLO NERUDA Y EL TEATRO: O MURIETA VISITA A NERUDA EN ISLA NEGRA, A MANERA DE INTRODUCCIÓN ESPECTRAL. No solamente los pétalos del tálamo lirico. Además, el retroceso hacia las caminatas épicas de las espinas populares, la inmersión cotidiana en el pan y la semilla. Es el poeta de antaño devuelto al presente, inserto en los rincones del canto y viajero en los carruajes bélicos de la narración. Conjunción trascendente. Sin embargo, desde los olvidos y escisiones, alguien ordena la expansión de su escritorio; declara, por vez insólita y aún vigente, la indigencia de sus cuartillas blancas. En fin, ese alguien determina esta fórmula ampliada: cantar y contar dramatizando. (1) En el fenómeno teatral, como arte de síntesis, se refunden estos niveles expresionales. Y están la arquitectura en los tinglados, la pintura en los paisajes y cercos del infinito, la danza que aglomera al pueblo y lo convierte en velero o es coro en sus lamentos y protestas, los claroscuros y azules para las sombras y hallazgos del rebelde, y también, especialmente, la música para que el ritmo de los versos incendien las cuartetas amorosas o los pies de cuecas, bailados cuando la muerte refriega el pandero. El teatro, en esta obra nerudiana, detenta su categoría máxima: síntesis de las artes. No son el capricho ni las arbitrariedades del genio los causantes de esta novedosa partitura. Las antecedencias son rastreables y rechazan el epíteto de incursión. En sus poemarios de personajes subyace el origen primero; ellos explotan las mejores energías del poeta. Mencionemos, solamente, su Canto General: Caupolicán, Ercilla, Lautaro, O’Higgins, Bolívar, es decir, las raíces de nuestra nacionalidad y del continente, sorprendidos en la situación exacta del enfrentamiento de las razas, en los preparativos de sus rebeliones, en la acción independentista, en las reivindicaciones sociales (Recabarren). Es el viejo mito de los espectros que intentan la posesión espiritual de los poetas. Desde Elsinor y Verona remonta la historia […]

Es frecuente encontrar en las redes sociales frases que pareciesen explicar todo, dejar todo zanjado. Aforismos que debiéramos respetar cual leyes universales, que más de alguno adora al punto de considerar una falta de respecto, sino una herejía ponerlas en duda. Pero si nos quedásemos tranquilos en esa postura inercial, idolatrando aforismos para el bronce, quizá no hubiésemos logrado el conocimiento que hoy tenemos. En este sentido, frases hay muchas y podremos sentir cierta simpatía con algunas y quizá con otras no, pero no se trata de simpatías más o simpatías menos. Se trata del respaldo científico que hay detrás de cada una de ellas en la actualidad, dado que muchas provienen de épocas pasadas, donde los contextos y los paradigmas eran otros. Una frase extremadamente “marketera” que vemos repetida una y otra vez por muchos, sin siquiera revisar su veracidad o autenticidad, es aquella que utiliza Francisco Mora “Enseñar sin saber cómo funciona el cerebro es como querer diseñar un guante sin nunca haber visto una mano.” Frase que utiliza como propia, sin embargo sería de autoría de Leslie Hart, una de las pioneras de la Neuropedagogía. Pero la situación es más extraña aún. Al parecer, la afirmación ha sido modificada, quizá por un tema de estilo periodístico, dado que lo que originalmente habría dicho Hart es “Enseñar sin comprender la innegable y trascedente conexión entre las neurociencias y la educación es como querer diseñar un guante sin conocer su forma y sus funciones”. Esta última afirmación, menos “marketera”, indica lo importante de conocer las relaciones entre la neurociencia y la pedagogía. Abre puertas y no las cierra, a diferencia de la poca afortunada afirmación de F. Mora (si no conocemos cómo funciona el cerebro no podremos enseñar, entonces ¿cómo hacerlo?). Otra afirmación (aforismo) que he encontrado y que muchos “adoran”  es “Todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro”, y corresponde a una celebre afirmación de Santiago Ramón y Cajal, padre de las neurociencias. Sin embargo, ¿qué tan cierta resulta esta afirmación hoy? Suponer que la afirmación de Santiago Ramón y Cajal es correcta, implicaría que las personas que no lograsen desarrollarse plenamente, podrían ser consideradas irresponsables consigo mismas, dado que si se lo hubiesen propuesto “otro gallo cantaría”. Parece ser, que visto desde mi lado, la meritocracia ya existía como ideal en los años de Santiago Ramos y Cajal. Diríamos, uno es responsable de sus éxitos y de sus fracasos… si te esfuerzas podrás llegar a ser presidente… claro podría ocurrir, pero una golondrina no hace verano. En un experimento bien controlado, podría tratase un punto fuera de la línea de correlación, un “outlier”. A mis ojos, el aforismo de Ramón y Cajal, por bien intencionado que fuese, tiene implícita una mirada sesgada desde su propia realidad. Su afirmación es del todo decimonónica, se contrapone con las sólidas evidencias actuales provenientes de diferentes áreas del saber (biológico, sociológico, antropológico… entre otros). Los nuevos conocimientos aportados por la biología de sistemas y de áreas tales como la epigenética, nos señalan algo muy diferente. […]

Me ha conmovido profundamente la noticia del fallecimiento del periodista y académico cubano José Antonio de la Osa Cao, quien destacó por su labor en el periodismo científico y la actividad docente. Tenía 81 años. Es de esas muertes que te estremecen, que te llevan hasta el pasado y te hacen recordar cuán cerca estuviste de una persona y que ya no está. Dudo que alguno de quienes fuimos sus alumnos de Periodismo en la Universidad de La Habana no lleve aún una huella suya de esos preciosos años de estudios, cada uno con sus propias vivencias. Ocupó la responsabilidad de presidente de la Sección de Comunicadores en Salud de la Asociación Médica del Caribe (AMECA) y fue autor de diversos libros sobre personalidades de la ciencia. Sin abandonar el ejercicio del periodismo, ejerció la docencia en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana, impartiendo clases en el curso regular diurno, y de posgrado sobre técnicas periodísticas. Fue creador de un método de taquigrafía audiovisual dirigido a los comunicadores. Tuve yo el privilegio, además, de ser alumno ayudante junto al profesor durante más de dos años, inolvidables, de aprendizaje diario, no solo de taquigrafía. Él tenía un manual para la vida, que podrías compartir o no, pero merecía la pena escucharlo y extraer lo mejor. Llevo conmigo sus innumerables anécdotas, su histrionismo académico sin igual, el énfasis de sus palabras, sus exclamaciones y su particular sonrisa, en ocasiones muy irónica, pero siempre muy oportuna. Llegué a alcanzar una gran velocidad en la taquigrafía, al punto que me invitó a ser alumno ayudante. Independientemente del esfuerzo personal, esa gran velocidad la alcancé gracias a la motivación que generaron sus clases en mis compañeros y en mí. Algunos me leerán, y saben que es así. Recuerdo una anécdota: una vez escribió en la pizarra un trazo caligráfico, se volvió hacia el grupo y dijo: “¿Qué dice ahí? Como decimos en Cuba, todas y todos estábamos “botados”, meditando. Por esas cosas de la vida identifico la palabra, levanto la mano y me dice: “¿Lo sabes, Enriquito?, Na”… Y se ríe. Le digo: “¡sí, lo sé!”. Me responde: “No lo digas”. El grupo seguía en silencio, y volvió a preguntar, y nada. Al final me dice que diga la palabra. Le digo: “misógino”. Llegó hasta donde yo estaba y me dio la mano. Cuando terminó la clase, me llamó a una esquina y me dijo: “Enriquito, ¿cómo descubriste la palabra? Espero que no seas misógino”, y me tira el brazo por encima del hombro. Le respondo: “La verdad, verdad profe, esa palabra no la conocía, la descubrí hace apenas unos días en un texto que leí”, y le aseguro que no tengo nada de misógino. Su labor profesional trascendió más allá de las fronteras de Cuba. En 1994 se editó en Argentina su libro “Para evitar la meningitis y otros males”. Al año siguiente se publicó también su obra “Artesanos de la Vida”, presentado en Chile, Argentina y otros países de […]

Algunos estarán pensando “El Lucho inventó que conoció a los Beatles. ¿Qué chivas irá a contar?”. Pero no. No me referiré al conjunto de Liverpool. En verdad no los conocí en persona ni siquiera de lejos. Sólo por sus discos y películas. La única vez que visité Liverpool fue en 1976. El legendario grupo se había disuelto pocos años antes, provocando un derrumbe abismal del entusiasmo de sus fanáticos, entre quienes me contaba. Llegamos al puerto en compañía de mi célebre amigo Rectifilo y ni se nos ocurrió acercarnos a The Cavern, Penny Lane, Strawberry Fields ni a la tumba de Eleanor Rigby. Más motivados por la canción “Ferry cross the Mersey”, de Gerry and the Pacemakers, que por “A hard day’s night”, recorrimos los muelles, contemplamos el ferry e intercambiamos disquisiciones acerca de lo efímero de la gloria artística. ¿A quienes me refiero, entonces, cuando hablo de los “cuatro fabulosos”? Bueno, adivinarlo es difícil y narraré desde el principio. Alrededor de 1967 yo estudiaba en la gloriosa Universidad Técnica del Estado (UTE). Algo de esto he contado antes. https://www.cronicadigital.cl/2020/06/20/por-luis-cifuentes-seves-la-jota-zygmunt-bauman-y-unos-viejos-porfiados/ Nuestra tarea magna era la Reforma Universitaria, lo que implicaba adquirir sólidos conocimientos acerca de la universidad en cuanto institución, de su desarrollo a lo largo de la historia, de sus crisis paradigmáticas y de las razones por las que queríamos reformarla. Se sabía que la universidad, en sus tres formas originales (universitas scholarium, magistrorum y magistrorum et scholarium) había sido creada por la ascendiente burguesía europea a partir del siglo XII, como parte de su envite por subvertir el orden feudal, dando paso a un nuevo modo de producción que, tras el largo camino que condujo a las revoluciones de los siglos XVII y XVIII, tomaría el nombre de capitalismo. https://radio.uchile.cl/2021/01/18/bye-bye-fukuyama/ El entorno histórico, social y económico del nacimiento de la universidad estaba, entonces, relativamente claro, pero faltaba algo importante: ¿cuál era el logro intelectual más profundo, las grandes personalidades y las obras notables que caracterizaron ese periodo? Los jóvenes de la UTE nos planteamos este tema como tarea política trascendente. Se trataba, ni más de menos, de dar el mejor fundamento posible a nuestra comprensión de la universidad, que nos permitiera argumentar y hacer propuestas con los pies bien anclados en terreno sólido. Obviamente, no toda la izquierda estaba en esto. La campaña por la Reforma, que en la UTE se había iniciado en 1961, llegaría en 1967 a conquistar su primer gran logro: la creación (por intervención del gobierno de Frei Montalva) de una Comisión de Reforma con participación estudiantil y la formación de facto de organismos reformados a nivel de Sede, Escuela y Departamento, también integrados por profesores y estudiantes. Esta situación daba origen a un amplio abanico de tareas. En medio de este vendaval de actividad, y de una ola global de esperanza y optimismo, fue que conocí a los Fab Four, es decir a los cuatro grandes cerebros de los siglos XII y XIII que ambientaron la creación de la universidad medieval. Me iluminó […]

Aunque el presidente Piñera estuvo contra la Dictadura y disputó electoralmente contra  la ultraderecha, las circunstancias de su presidencia hacen que la derecha de perfume progresista, levante su discurso de cambio social  marcando distancia verbal de su propio gobierno. Duros críticos de derecha  a veces votan en su  oratoria por el cambio social y ahora  se suman a modificar la Constitución de la Dictadura .Esa que, reconozcámoslo, nosotros no  eliminamos. Una parte de la derecha se aparta públicamente de aquellos de sus socios que aún agradecen  a Pinochet como el  rottweiler que cuidó el aumento de sus privilegios. En la derecha hay cierta diversidad. Pero esas contradicciones internas de la derecha, quizás por que son no antagónicas, no parecen ser percibidas por la izquierda chilena y menos aún en su dimensión ideológica. La falta de fineza del análisis para distinguir unos de otros, se expresa en la bravata, la descalificación global.  El ultrismo facilita que los derechistas diversos se unan. Mientras que la dimensión transformadora del diálogo, que  no niega el conflicto, evidenciaría las diferencias derechistas. En medio de nuestro descuido sobre sus contradicciones, la derecha chilena apretó los dientes sobre sus discrepancias públicas y ahora en Mayo se unió para elegir los convencionales de la Nueva Constitución.  En cambio en  la izquierda, quizás afiebrados por las euforias del momento social, apestados por el virus  de la centrifugación de las fuerzas estamos   divididos en varias listas para la Constituyente, Y para peor, para la presidencial de Noviembre ya tenemos media docena de candidatos que  están en guerrilla verbal pública. No parecemos haber aprendido de las derrotas del  2009 y 2017 cuando la derecha unida eligió dos veces su presidente de la república contra el progresismo dividido. La necesidad de acuerdo presidencial y parlamentario, desde el  centro a la  izquierda, para las operaciones electorales, es indispensable, central, importantísima, porque es la conquista del poder político. Quizás se logre,  dada la obviedad de su beneficio a la hora de los votos, pero la alegría de un  acuerdo  electoral no debe llevarnos  al peligroso descuido del dialogo en el debate de la ideas, en este año en que se empieza  a escribir una Nueva Constitución. La centralidad de los acuerdos electorales no debe abandonar el  debate ideológico de fondo sobre los cambios, lo sistémico, los fundamentos. No  bastan  los triunfos políticos para que la ideas lleguen por añadidura y se arregle la carga en el camino. Hay que entender que la política no es la ideología. Al diálogo interno para lo electoral, es indispensable  sumar el esfuerzo  del diálogo abierto y asumir el debate  ideológico que la movilización social en la calles puso en la agenda. La demanda sistémica  no la pusimos los partidos sino la mayoría desafiliado. El pueblo nos obligó  a todos a tomar partido exigiéndonos cambios de fondo. Ese debate aislaría la ultradrecha. Las ideas de país para una Nueva Constitución son el espacio de conflicto que requiere el diálogo amplio que arrinconaría al Pinochetismo. Pura  política no es […]

Loreto Rebolledo Rissetti Trabajadora Social En Chile la idea de la “puerta giratoria” se relaciona con la comisión de delitos “menores” ligados fundamentalmente a sectores populares que la televisión ha criminalizado repetidas veces, se decía que, al ser detenidos pasaban por tribunales y luego de un tiempo volvían a las calles a delinquir. En el mundo entero, pero lentamente en nuestro país, y cada vez más escandalosamente, ese par de palabras se están refiriendo al tránsito/ritual de pasaje entre cargos políticos y empresariales. En el contexto de la discusión constitucional que se abre con la elección de constituyentes y la conformación de la Convención Constitucional, considero relevante tratar el tema, puesto que la corrupción no tiene que ver con “manzanas podridas” sino fundamentalmente, con la colonización de intereses privados en el espacio de lo público. La discusión constitucional es una oportunidad de poner obstáculos a esta forma de abuso que traslada información privilegiada de los ciudadanos a instancias donde prima el principio del lucro. Juan Carlos Jobet Eluchans y Ximena Rincón González son un buen ejemplo de la “puerta giratoria” el primero subsecretario de Vivienda (2011-2012) y jefe de gabinete del ministro del Interior, Rodrigo Hinzpeter y ministro del Trabajo (2013- 2014), en el primer gobierno de Piñera luego fue presidente de AFP Capital durante (2017-2018/9) actualmente es ministro de Energia y Mineria; la segunda fue Superintendenta de Seguridad Social  y luego entre 2006 y 2010 fue directora de la AFP PROVIDA luego fue senadora y volvió al gobierno de Michelle Bachelet como Ministra secretaria general de la Presidencia y luego Ministra del Trabajo. Ambos casos no se ven bien. Detener la “puerta giratoria” o “revolving door” es un elemento central en la lucha contra la corrupción, dentro del Estado hace un gran daño a la democracia porque genera dudas y desconfianzas, especialmente cuando lo realizan funcionarios que fiscalizan las empresas a las cuales se integran cuando terminan su cometido. La lista es larga en distintos ámbitos, bancos, AFPs, salud, medio ambiente, comunicaciones, etcétera. También hay muchos estudios e ideas para cambiar la situación. Pero falta voluntad política, para el Gobierno y el Congreso no es un tema prioritario y las declaraciones condenando las malas prácticas son verdaderas “cachetadas de payaso” sino existe una ley que limite. Chile firmó la Convención de Naciones Unidas contra la Corrupción el año 2003 pero como ha pasado con otros acuerdos internacionales no ha actualizado de la debida manera su legislación. Hay muchas investigaciones, propuestas y estudios de distintas instituciones sobre el tema, ahora está de moda hablar de “la muralla China” en la separación del mundo de los negocios y la actividad pública. Una propuesta seria tiene que ver con barreras de tiempo para que un funcionario público pase al sector privado en materias relacionadas con su gestión en el aparato público, un periodo de “enfriamiento” que incluye el lobby. Otra es extender el grado de parentesco para quienes están inhabilitados. Las voces que se oponen a este tipo de medidas alegan un […]

Constanza Penna Bruggemann ha partido de este mundo. Más conocida como Tati Penna, se ha destacado su papel, como periodista y comunicadora, en los primeros intentos de empujar una renovación de los códigos de la televisión postdictadura. Pero también fue una de las protagonistas de la resistencia cultural a la tiranía durante los 80. Este es uno de los capítulos principales de ese período: el Grupo Abril. Además de su carrera como periodista en la Universidad Católica, Penna estudió canto con la profesora Claudia Berger. Y se inició como cantante en el grupo musical “Abril” en 1979, que fue parte del movimiento cultural conocido como “Canto Nuevo”, que se convirtió en una de las principales expresiones abiertas de la disidencia cultural a la tiranía desde fines de la década de los 70. Fue toda una generación de trovadores y conjuntos musicales que se fueron abriendo paso en parroquias, espacios universitarios y eventos solidarios, haciéndose conocidos en el Café del Cerro, el Teatro Ictus, la Parroquia Universitaria y las peñas que comenzaron a proliferar. Recibieron enorme apoyo del sello Alerce, creado por el comunicador progresista Ricardo García, uno de los creadores del Festival de Viña del Mar. También del comunicador Miguel Davagnino, director de la productora “Nuestro Canto” y además a cargo de un programa en la Radio Chilena. Desde estos espacios se organizaron recitales en los Teatros Caupolicán y Cariola. Apareció la revista “La Bicicleta” y la Agrupación Cultural Universitaria (ACU). Aunque se ha planteado que fueron continuidad de la Nueva Canción Chilena que emergió previo al golpe de Estado, y que recibieron influencias de la Nueva Trova Cubana, lo cierto es que lograron especificidad e identidad propias, en gran medida a raíz del tiempo histórico y social en que surgieron, marcado por la censura y la persecución. Junto al Grupo Abril, fueron parte del “Canto Nuevo” creadores tales como Eduardo Peralta, Isabel Aldunate, Luis Le–Bert y Santiago del Nuevo Extremo, Cristina González (hoy Narea), Nano Acevedo, Wampara, Cecilia Echeñique, Rudy Wiedmaier, Ortiga y Schwenke & Nilo y Dióscoro Rojas y Capri, entre muchos otros. Lo anterior no es una relación exhaustiva. “La Bicicleta” en su edición de abril–mayo de 1981, dedicada por completo al Canto Nuevo, contaba que la Iglesia Católica “sigue proporcionando valiosas instancias para la creación juvenil, a través de los festivales ‘Una canción para Jesús’ y del sello Alpec. De ahí surgen nuevos compositores e intérpretes”, entre los que anotaba a José Luis Ramacciotti, Cecilia Echeñique, Tita Munita y el grupo Abril. A esos nombres habría que agregar a “Elicura”, un grupo formado por seminaristas de la Compañía de Jesús y que trascendió por su tema “Yo te canto”, creación de Luis Tavara. Penna daba sus primeros pasos en Periodismo en la Pontificia Universidad Católica cuando se integró al Grupo Abril, que en el mismo año de su creación ganó la cuarta versión del Festival “Una Canción para Jesús”, que era organizado por la Iglesia Católica desde 1976, en los tiempos del Cardenal Raúl Silva Henríquez, […]

El Parlamento resuelve por estos días autorizar un nuevo retiro del 10 por ciento del fondo AFP. Una abrumadora mayoría de diputados, de todos los partidos, se ha manifestado favorable de la medida. Tienen toda la razón. Es una medida responsable, que protege a las familias, redistribuye el ingreso, reactiva la economía y fortalece la legitimidad del sistema democrático, en el momento que más se necesita. Despeja el camino para acabar, con el abuso que más indigna a l@s trabajador@s, activo@s  y jubilad@s y representa la carga más onerosa e irracional para las arcas fiscales. Se trata de una medida de interés nacional Así lo demuestran los dos retiros ya autorizados. Según la superintendencia respectiva, a fines de marzo del 2021, casi 11 millones de afiliado@s al sistema AFP los habían solicitado, es decir la abrumadora mayoría, con la excepción de l@s jubilad@s por renta vitalicia, que no tenían derecho al mismo. Ell@s constituyen la mayor parte de la población mayor de 16 años, incluyendo casi todas las personas en edad activa. Retiraron más de 35 mil millones de dólares, equivalentes a un 17 por ciento del fondo, a 41 por ciento de la masa de salarios imponibles y 13,5 por ciento del producto interno bruto (PIB).  Se trata de una medida de reactivación de la economía sin precedentes y eleva el estímulo económico y social del Estado chileno a los primeros lugares mundiales. El Presidente del Banco Central, que se opuso tenazmente a la restitución de fondos, ha reconocido que ha incidido en detener la caída del PIB, el que creció un 6,8% en el cuarto trimestre del 2020, con respecto al trimestre precedente. Por  otra parte, ayudado por este efecto reactivador y el fortalecimiento del peso debido a la repatriación de fondos, y gracias la una favorable coyuntura bursátil internacional, las ganancias brutas del fondo sumaron más de 28 mil millones de dólares entre julio de 2020 y marzo del 2021, lo que cubrió buena parte de la restitución. Sumadas al excedente corriente de cotizaciones y subsidios menos pensiones, en el período, dichas ganancias netas han permitido que el fondo mantenga a fines de marzo del 2021 el mismo valor en dólares de julio del 2020, aún tras devolver más de 35 mil millones de dólares, mitigando el efecto sobre el cálculo de las pensiones.  La restitución del fondo ha sido una medida de redistribución de ingresos sin precedentes en tan breve plazo. Los 35 mil millones de dólares restituidos equivalen a incrementar en 41 por ciento la masa de salarios imponibles del año 2020, elevando su participación desde 32 a 46 por ciento del  PIB en el año 2020.  Por otra parte, el monto restituido en pocos meses ya supera el total de aportes netos del sistema de AFP al pago de pensiones desde 1981, los que en el mismo período suman poco más de 30 mil millones de dólares de hoy. La última cifra considera que el total de pensiones pagadas por el sistema desde 1981 […]

Las opiniones vertidas en este medio de comunicación no necesariamente representan el sentir de Crónica Digital y son de responsabilidad de quienes las emiten.

Crónica Digital, es un medio de comunicación social, republicano y comunitario. Fue fundado el 19 de abril del año 2005. Su objetivo periodístico es informar sobre los principales noticias de Chile, América Latina y el mundo.

El director de Crónica Digital es el periodista Marcel Garcés Muñoz.

Su representante legal y editor general es el periodista Iván Antonio Gutiérrez Lozano.

El editor nacional es el periodista Ramón Vargas Vega.

El editor cultura es el periodista Miguel Alvarado.

Corresponsal en La Habana, Cuba, Florencia Lagos N.

El asesor legal es el académico y abogado Sr. Pablo Méndez Soto.

Los principales asociados informativos de Crónica Digital son la Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina , la agencia de noticias China, Xinhua y TV Brics.

En Chile, el medio electrónico El Maipo

Correo: cronicadigital@gmail.com
Dirección: Maturana 302 local 2
Santiago de Chile.

Desde el año 2005 Crónica Digital es parte de la Asamblea Nacional por los Derechos Humanos.

Crónica Digital es una marca registrada. Todos los derechos reservados.

Redacción Diario Crónica Digital
Fono: 950142601

Un café en una plaza con historia....

Maturana con Huérfanos
plaza Brasil,
Santiago de Chile.

La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es cafe-con-torta-900x675.jpeg