Chile en los últimos años ha elevado sus exportaciones en un rango del 15 al 20% anual las cuales son principalmente a los países Asiáticos. Sólo a China se exporta el doble de lo que se envía a todos los países Europeos, que es donde está alojada la crisis.
Para enfrentar eventuales escenarios de crisis económica, la CUT ha concordado algunos mecanismos y estamos dispuestos a perfeccionarlos, pero hoy lo que corresponde es resolver primero los problemas de la calidad del empleo y la precariedad de los salarios. En este momento, la mejor medida anti crisis es aquella que evite que los costos los paguen los trabajadores.
Durante años se nos mantuvo temerosos mediante lógicas perversas y discurso macroeconómicos: los llamados a la responsabilidad a la hora de realizar exigencias, las peticiones de cuidar el empleo por la vía de bajar las expectativas sociales estaban destinadas –tal como ahora- a crear un escenario de pánico laboral y a incrustar la errada idea de que a mayor salario, habría mayor desempleo. Ese discurso nos ha llevado a construir una sociedad que ya no resiste, donde lo que reina es el empleo precario y bajos salarios, lo que nos convierte en uno de los países más caros para los sectores más desposeídos, pues es precisamente en los productos que componen la canasta básica y que son de primera necesidad, en donde los precios se disparan constantemente.
Si se quiere hablar de crisis, entonces hagámonos cargo del debate acerca de los casi 1,5 millones de trabajadores independientes que no cuentan con protección social, cómo le generamos mejores condiciones a las Pymes que dan más del 70% del empleo, cómo superamos el hecho de que un 70% de quienes tienen categoría de pobres de acuerdo a las fichas sociales, tengan un empleo estable que, sin embargo, les impide superar esta categoría y no los saca de la pobreza. Por último, cómo hacemos de la Negociación Colectiva un mecanismo de redistribución de la riqueza, tomando en consideración que el ingreso per cápita es superior a los USD 16.000 y un 70% de los trabajadores de todo el país recibe menos de $300.000 al mes.
En los próximos días reafirmaremos la petición de un Piso Mínimo Salarial de $250.000, agregando un 25% para las zonas extremas y daremos a conocer distintas iniciativas de movilización. Por lo pronto llamamos al gobierno a que se allane a este debate y no trate de superarlo por la vía de generar este pánico de una eventual crisis o de que a mayor sueldo, mayor será el desempleo. También hacemos un llamado a los parlamentarios de los distintas bancadas a salir de su silencio y a que se pronuncien frente a esta petición.
Por Guillermo Salinas Vargas
Subsecretario General
Central Unitaria de Trabajadores de Chile.
Santiago de Chile, 1 de junio 2012
Crónica Digital