El gobierno español del conservador Partido Popular aprobó hoy el duro paquete de recortes presupuestarios que supone el mayor tijeretazo social en la historia de ese país, debido a la crisis económica.
Vivimos uno de los momentos más difíciles y dramáticos en España, aseguró la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, al justificar las duras medidas, las cuales consideró «necesarias, importantes e inaplazables», pese al creciente descontento popular.
Estamos pidiendo a muchísimos españoles que están en una situación ya complicada sacrificios importantes para sacar adelante al país, agregó ante la prensa ibérica.
Este miércoles, el jefe del Gabinete, Mariano Rajoy, anunció en el contexto de crisis económica que afecta a la nación un conjunto de medidas adicionales que castigan duramente el bolsillo y el nivel de vida de la ciudadanía.
Tales disposiciones presuponen un recorte presupuestario por valor de 65 mil millones de euros para los próximos dos años, un aumento del IVA del 18 al 21 por ciento a partir del 1 de septiembre, la disminución de las prestaciones por desempleo desde el sexto mes y la eliminación de la deducción por la compra de vivienda.
Conforme al plan, también se llevará a cabo la reordenación de las Administraciones Públicas, una reducción adicional de 600 millones de euros en los ministerios, además de otra merma a las ayudas a partidos y sindicatos, la reforma de las pensiones o el alza de los impuestos medioambientales.
En el caso de los funcionarios, los ajustes presuponen rebajas salariales como la supresión este año de la paga extra por Navidad, razón por la cual salieron a las calles a protestar contra lo que consideran un «atraco del Gobierno».
Las manifestaciones han sido más visibles en Madrid, donde centenares de funcionarios rechazaron los ajustes y exigieron que los recortes empiecen desde arriba, por la más alta clase política, que aplica tales medidas de austeridad a los sectores más vulnerables de la población.
Madrid, 13 de julio 2012
Prensa Latina