Sin embargo, apuntó que esa situación es diferente cuando empieza el juego pues la gente sintoniza para ver si Estados Unidos será respetado o no.
A juicio del gobernante, el abucheo de anoche cuando Dallas Cowboys se arrodilló antes de su enfrentamiento contra Arizona Cardinals fue el más fuerte que él haya escuchado.
‘Los vaqueros’ introdujeron una novedad importante en la protesta pues su gesto, junto al dueño, Jerry Jones, ocurrió antes de que sonase The Star-Spangled Banner y se desplegara la bandera norteamericana.
Todos los miembros de Cowboys se pusieron de pie para escuchar el himno nacional, se está haciendo un gran progreso, todos amamos nuestro país, apuntó Trump sobre ese hecho.
Posteriormente agregó que La NFL tiene todo tipo de reglas y regulaciones.
ÂíLa única salida para ellos es establecer una regla que impida arrodillarse (a los jugadores) durante nuestro himno nacional!, insistió el mandatario.
Cada protesta de la NFL, y también de representantes de otros deportes, constituye una respuesta a los comentarios del ocupante de la Casa Blanca el pasado viernes en un encuentro de masas en el estado de Alabama.
Trump llamó ese día ‘hijos de puta’ a quienes protestan e instó a los dueños de los equipos a despedirlos, lo cual provocó rechazo dentro y fuera del deporte.
El hábito de hincar la rodilla durante el himno comenzó el año pasado, cuando Colin Kaepernick, exmariscal de campo de San Francisco 49ers, se negó a escucharlo en pie como protesta ante la violencia contra ciudadanos negros.
Varios jugadores imitaron la actitud de Kaepernick y aseguraron que sus acciones están a favor de la justicia social y protegidas por el derecho a la libertad de expresión.
Ellos no han considerado su comportamiento como un ataque al país o a la bandera de las barras y las estrellas, algo con lo cual discrepa el jefe de Estado.
Mientras Trump trata de justificar su actitud con apelaciones a la defensa del patriotismo y la nación, medios y analistas afirman que en realidad busca conectar con su base y desviar la atención sobre problemas del gobierno.
Nuestro país es una vergüenza en el mundo, consideró ayer ante reporteros Gregg Popovich, entrenador de San Antonio Spurs, de la Asociación Nacional de Baloncesto (NBA, siglas en inglés).
Días después de las últimas elecciones presidenciales, Popovich lamentó que la gente hubiera escogido a alguien cuyos comentarios son xenófobos, homofóbicos, racistas y misóginos.
El sábado último, Trump también reaccionó a un comentario de Stephen Curry, campeón de la NBA con Golden State Warriors, quien indicó que no tenía deseos de realizar la tradicional visita a la mansión ejecutiva debido a diferencias con el gobernante.
Ir a la Casa Blanca está considerado un gran honor para un equipo campeón. Stephen Curry está dudando, por lo tanto, la invitación está retirada, sostuvo en Twitter el presidente.
Por su parte, Lebron James, estrella de Cleveland Cavaliers y quien el propio sábado salió en defensa de Curry, estimó la víspera en rueda de prensa que el deporte es increíble y puede hacer mucho por todos sin importar la forma, el tamaño o la raza.
No voy a dejar que un individuo, no importa el poder, el impacto que debería tener, use el deporte como una plataforma para dividirnos, recalcó el baloncestista.
Quiero lo mejor para el pueblo americano sin importar el color de la piel, la raza. Todavía tenemos problemas, al igual que todo el mundo. La gente dirige este país, no un individuo, seguro que no él, agregó.
Por Diony Sanabia
Crónica Digital /PL