Michelle Bachelet asumirá el martes próximo la presidencia de Chile y si bien hay muchas expectativas en el plano interno, la toma de posesión tendrá un componente de especial protagonismo: Venezuela.
Será la segunda ocasión en la cual Bachelet llevará las riendas del país sudamericano (antes de 2006 a 2010) y para no variar, se enfrentará a numerosos retos. De arrancada, la situación venezolana saltará a la palestra en esta capital.
La futura mandataria ya puso sus cartas sobre la mesa al respecto: su administración ofrecerá apoyo al gobierno y al pueblo venezolanos para encontrar una salida democrática en la vecina nación.
«Y así como nosotros siempre vamos a buscar aportar que los derechos humanos sean realmente garantizados, no nos parece adecuado que pueda haber acciones violentas buscando desestabilizar un gobierno democráticamente elegido», sentenció.
Empero el escenario de Santiago de Chile avizora encontronazos claros y directos bajo la sombrilla de la toma de posesión del 11 de marzo.
El jefe de Estado de Ecuador, Rafael Correa, y el ministro de Exteriores de Venezuela, Elías Jaua, ratificaron por separado que el día 12 se efectuará una reunión de cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
Correa y Jaua coincidieron en subrayar que Unasur es el marco apropiado para tratar el asunto venezolano, una posición que refrendan otros países opuestos a los debates en la OEA promovidos por Panamá.
Nuestro gobierno quiere denunciar la «nueva agresión a la democracia venezolana» y está dispuesto a trabajar «conjuntamente con la Unasur por una mayor profundización del diálogo entre los venezolanos, desde los venezolanos», dijo Jaua.
El ambiente tiene, sin embargo, aderezos discordantes y empecinados en denigrar al gobierno de Nicolás Maduro. De hecho el vicepresidente de Estados Unidos, Joseph Biden, adelantó que en su agenda en Chile tiene prioridad la cuestión de Venezuela.
Fuentes oficiales la presencia aquí de Maduro, al igual que de los presidentes de Ecuador, Rafael Correa, Bolivia, Evo Morales, Paraguay, Horacio Cartes, y Uruguay, José Mujica.
Asimismo, de Brasil, Dilma Rousseff, Perú, Ollanta Humala, Argentina, Cristina Fernández, Colombia, Juan Manuel Santos, y México, Enrique Peña Nieto.
Según voceros de la Casa Blanca, Biden desea reunirse con Humala, Santos, y Peña Nieto, entre otros, para hablar de Venezuela, que acaba de romper relaciones diplomáticas con Panamá por su actitud en la Organización de Estados Americanos (OEA).
Biden llegará mañana domingo a Chile y luego de tres días de visita, viajará a República Dominicana, donde tiene previsto un encuentro con el presidente Danilo Medina.
Por Fausto Triana, periodista de Prensa Latina
Santiago de Chile, 8 de marzo 2014
Crónica Digital
Este Biden que representa al «Maton del Barrio» es un cara dura. Quiere otra paliza como el de la OEA. Hablar de preocupacion por los DDHH, de las dictaduras, de la violencia en Chile y con prepotencia es una ofensa al pueblo democrâtico de Allende cuyas terribles heridas aûn estân abiertas (habrase visto insolencia diria VIOLETA en su Carta) Es que este «pinganilla» de Biden se olvidô que el Senado que el preside elaborô el famoso Informe CHURK que señalô el trabajo de la Cîa en Chile? Es que olvidô que Kissinger y Nixon ordenaron «hacer Chillar la Economîa chilena?Es que olvidô toda la trâgica y terrible historia sufrida por los pueblos del continente a causa de la intervencion de los gringos en nuestras tierras? Los Cancilleres- estoy seguro- darân la respuesta apropiada y digna