Numerosas familias intentaban en las últimas horas recobrar lo perdido, algunas con la esperanza de volver a la normalidad y otras decididas a marcharse en un Chile golpeado por la naturaleza.
En marzo fueron las inundaciones en el norte del país y ahora las erupciones del volcán Calbuco, uno de los 90 activos en Chile, que con dos zarpazos miércoles y jueves no sólo puso a temblar a la población, sino que la golpeó duramente.
Sin víctimas humanas fatales hasta el momento, la expulsión de cenizas volcánicas se convirtió en la pesadilla de la región de Los Lagos, en el sur de la nación austral, y en especial en Puerto Varas y Ensenada, dos sitios turísticos por excelencia.
Piedras de notable tamaño y polvillo de material piroclástico se esparcieron por toda la zona, tocando incluido a ciudades fronterizas de Argentina. En realidad el volcán no ha dejado de emitir cenizas desde el miércoles.
Para colmo, el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) advirtió sobre la alta probabilidad de que se registren «lahares secundarios» en el volcán Calbuco a raíz de las lluvias que se prevén para las próximas semanas.
Los lahares son aluviones volcánicos causados por la removilización del material piroclástico del macizo. Surgen de la interacción de cuerpos calientes con hielo, nieve o agua en caso de haber un lago, que genera inundaciones repentinas.
Todo este escenario se hace probable en razón del pronóstico del tiempo que señala lluvias esta semana, con foco de intensidad el próximo jueves. Ante esta amenaza, los pobladores se apresuran a palear las cenizas acumuladas.
El Cabulco, que desde el miércoles aterrorizó a la ciudadanía y obligó a una evacuación total en 20 kilómetros a la redonda, sigue activo y los expertos creen que puede volver a lanzar erupciones.
Ya ha emitido 210 millones de metros cúbicos de cenizas, destructivas en muchos casos de los techos de las casas, sobre todo en el pequeño poblado de Ensenada, con apenas tres mil habitantes devastados por el fenómeno.
Se mantiene la alerta roja máxima y alerta sanitaria, con el Ejército desplegado en las ciudades de Puerto Montt y Puerto Varas, a unos mil 300 kilómetros al sur de Santiago.
Santiago de Chile, 27 de abril 2015
Crónica Digital / PL
