Miles de manifestantes paralizaron hoy el centro de esta capital, explotaron petardos y cartuchos de dinamita y agredieron con piedras y pintura a la policía, que dispersó con gases lacrimógenos a un grupo que intentó asediar el Palacio de Gobierno.
Según constató Prensa Latina, desde temprano en la mañana, los huelguistas detuvieron el tráfico en las principales arterias del centro de La Paz y bordearon las cuadras cercanas a la sede del Ejecutivo, fuertemente custodiada por agentes con chalecos antibalas y carros antimotines.
Pese a los llamados de las autoridades, de Naciones Unidas e incluso de la Iglesia católica, los trabajadores, que reclaman un fuerte aumento en las jubilaciones, explotaron ininterrumpidamente fulminantes de fabricación casera, mientras gritaban consignas y llamaban a la policía a amotinarse.
Un posible levantamiento de esa fuerza del orden mantiene en vilo al país, pese a que su comandante, Alberto Aracena, negó hoy una insubordinación.
Sin embargo, varios oficiales de bajo rango que custodiaban la marcha confirmaron a Prensa Latina que valoran un posible motín en caso de no cumplirse la mejora de sus salarios prometida desde el pasado año.
En tanto, una decena de esposas de los gendarmes iniciaron este jueves una huelga de hambre en reclamo de un aumento en los sueldos de sus maridos.
Pese a las frecuentes explosiones y la interrupción del tráfico, la movilización transcurrió tranquila hasta que un grupo de obreros comenzaron a lanzar piedras y pintura marrón a los policías y amenazaron con avanzar hasta Palacio Quemado, donde se encontraba el presidente Evo Morales en la firma de una ley en beneficio del adulto mayor.
Tras la agresión, los antimotines dispersaron con gases lacrimógenos a los manifestantes, que se desparramaron por las calles y luego retomaron la marcha por la céntrica avenida del Prado.
La huelga, que comenzó tímidamente en el sector rural hace 11 días, se ha ido radicalizando tras los frecuentes fracasos en las conversaciones entre el gobierno y la Central Obrera Boliviana (COB), promotora del paro.
El último de ellos ocurrió esta mañana dada la negativa del grupo sindical de suspender las medidas de presión.
«Hubiésemos querido llegar a un acuerdo escrito. No ha sido posible, lo único que pedimos es que el país pueda volver a la normalidad», lamentó el ministro de Trabajo, Daniel Santalla.
El clima de tensión podría agudizarse a partir de mañana, cuando sindicatos y movimientos sociales que respaldan al gobierno tienen previsto salir a las calles para hacer frente a los huelguistas.
El propio presidente Evo Morales llamó hoy a sus bases a movilizarse para salvar la democracia y el proceso de cambio.
Al menos cuatro personas resultaron heridas este jueves en el sureño departamento de Potosí luego de un altercado entre un grupo de afiliados a la COB que bloqueaban una carretera y campesinos seguidores del gobierno.
La COB reclama un aumento del ciento por ciento de las jubilaciones, una petición considerada desmedida por el Ejecutivo por poner en riesgo a largo plazo el sistema de pensiones para el resto de los trabajadores.
Esa demanda consiste en una renta de unos mil 147 dólares para los mineros y de 715 para otros sectores; mientras el Ministerio de Economía planteó como solución un máximo de 574 para los primeros y de 373 a 459 para los demás asalariados.
La Paz, 16 de mayo 2013
PL