A partir de la orden, los bares, bodegas, peluquerías, restaurantes y otras empresas no esenciales deberán cerrar durante tres semanas si la disponibilidad de camas en esos espacios médicos es inferior a ese límite.
De igual modo, se requerirá que los residentes se queden en casa, excepto para realizar tareas esenciales o practicar ejercicio al aire libre, y a los hoteles de las áreas golpeadas se les permitirá operar solo ‘en apoyo de servicios de infraestructura crítica’.
Por otra parte, la orden permitirá mantener el funcionamiento de las escuelas que ya reabrieron, los servicios religiosos podrán celebrarse al aire libre, y los parques y las playas permanecerán abiertos.
Newsom realizó el anuncio tras decir en días pasados que la mayoría de las instalaciones de cuidados intensivos de California podrían estar por encima de su capacidad en poco tiempo debido al aumento de casos del coronavirus y el incremento de las hospitalizaciones.
Según el mandatario estatal, se espera que cuatro de las cinco regiones del estado caigan por debajo del umbral del 15 por ciento en unos días, en tanto el área de la Bahía de San Francisco probablemente tendrá esa misma situación más adelante.
Durante las últimas dos semanas, California experimentó uno de los aumentos más significativos de contagios en el país, según un análisis de la cadena NBC News, y los datos muestran que el porcentaje de casos nuevos subió en 84 por ciento.
Newsom sostuvo que durante las últimas 48 horas más de 220 personas murieron a causa de la Covid-19, mientras que hace un mes la cantidad de decesos registrados cada día era de unos 14.
Washington, 3 diciembre 2020
Crónica Digital/PL