El diputado independiente valoró que desde el Ejecutivo se solicitara la renuncia a Michel Jorrat, pero cuestionó que no se haya transparentado el proceso de selección.
En ese sentido, Rivas expresó que “resulta absolutamente impresentable que después de todo este tiempo todavía no conozcamos los parámetros para definir por qué el señor Jorrat se quedó como director nacional de Impuestos Internos. Esta es una desinteligencia que le va a costar millones de pesos al Estado de Chile”.
El parlamentario criticó la forma en que se manejó la situación, motivo por el cual enfatizó que “el gobierno ha demostrado ser tremendamente testarudo ante los conflicto de interés”.
Además, Rivas sostuvo que sería injusto diluir sobre Jorrat toda la responsabilidad debido a que “se trata de un ex funcionario que recibía órdenes y éstas, claramente, apuntaban a entrampar la investigación de la fiscalía en los casos Penta y Soquimich”.
Es por esto, asegura el congresista, que “corresponde que junto con Michel Jorrat dejen el SII todas aquellas personas y cargos administrativas que utilizaron el servicio público para entorpecer la investigación de la fiscalía y con eso ocultar la verdad de los hechos”.
“Espero que el nuevo director del SII sea ratificado a través de un concurso que realmente sea público y no a través del proceso de amiguismo”, enfatizó el diputado independiente.
Santiago de Chile, 19 de mayo 2015
Crónica Digital
Mar May 19 , 2015
Un nuevo escándalo salió a relucir hoy en el fútbol italiano cuando la Fiscalía de Catanzaro denunció que 52 partidos disputados entre 2014 y 2015 en la tercera y cuarta división fueron arreglados. Según la información, son 30 los clubes involucrados, de los 60 que militan en la Liga Pro (tercera) y los 120 de la Serie D (cuarta), lo que se tradujo en 50 arrestos, entre ellos 15 futbolistas, y la puesta bajo investigación de otras 70 personas, por beneficiarse de las apuestas. La operación policial con el nombre de «Dirty Soccer» (Fútbol sucio), comenzó en la madrugada de este martes, bajo orden de la fiscalía de Catanzaro (sur) y de la policía Anti-mafia. Presidentes, directivos y jugadores de estos equipos, pertenecientes a 10 regiones italianas, aparecen en la lista de los arrestados. Entre los clubes denunciados, en el marco de un amplio sistema de apuestas clandestinas, figuran varios de conocida militancia en el «calcio»: Brindisi (seis campeonatos jugados en Segunda División), Torres, L’Aquila, Barletta, Vigor Lametia y Sorrento. Según la fiscalía eran dos las asociaciones delictivas que compraban y vendían resultados, una de ellas con vinculaciones estrecha con la llamada ‘Ndgranghetta’, la mafia calabresa. Se investiga además la posibilidad de que se haya intentado, el año pasado y el actual, alterar resultados de la Serie B, la categoría promocional del fútbol italiano. El último gran escándalo que sacudió al fútbol italiano, en junio de 2011, el «Calcioscommesse» sigue sin resolverse. A este lo precedieron a otros dos casos conocidos como el «Totonero» en 1980 y el «Calciopoli» en 2006. En cada ocasión, estos escándalos sacaron a la luz la unión entre fútbol, dinero sucio y crimen organizado. El «Calcioscommesse» investiga apuestas sobre los pequeños hechos del fútbol: el número de goles o quien anota el primer gol; mucho más difícil de detectar por la policía que el simple amaño del resultado final de un juego. Este escándalo involucra a equipos de divisiones inferiores, pero también a algunos de la primera división (Serie A). Mientras que el «Totonero», también en el marco de las apuestas, costó al AC Milán el descenso y dos años de suspensión para el delantero internacional, Paolo Rossi. En 2006, el equipo más grande del país, el Juventus Turín, se vio involucrado en el Calciopoli, y también fue descendido a la Serie B, además de perder dos títulos de campeonato (2004-2005 y 2005-2006). Roma, 19 de mayo 2015 Crónica Digital / PL