El expediente del secuestro con desaparición de Zacarías Machuca Muñoz, dentro de las 119 víctimas de la Operación Colombo, motivo hoy la sentencia de un juez a 76 exagentes del dictador Augusto Pinochet.
Fuentes judiciales dieron a conocer la noticia en la que se detalló que entre los condenados aparece el coronel retirado Marcelo Moren Brito, quien murió el pasado 11 de septiembre a los 80 años de edad en un hospital.
Moren Brito, considerado uno de los más sanguinarios torturadores del régimen militar pinochetista, purgaba ya penas de 396 años de cárcel por violaciones de los derechos humanos. Ahora recibió otros 13 años de sentencia.
El magistrado Hernán Crisosto dictó la misma pena como autores del secuestro calificado de Machuca Muñoz a los generales Raúl Iturriaga Neumann y César Manríquez Bravo y los brigadieres Pedro Espinoza Bravo y Miguel Krassnoff Martchenko. Todos eran integrantes de la tenebrosa policía secreta de Pinochet, la DINA, que dirigía Manuel Contreras, el mayor asesinó de la dictadura, fallecido también en fecha reciente a los 87 años.
Crisoto sentenció igualmente a otros 39 exagentes de la DINA a 10 años de prisión, también como autores del delito y 32 más a cuatro años en calidad de cómplices.
Zacarías Machuca era un joven topógrafo de 22 años, empleado de la Empresa Nacional de Electricidad. Detenido por agentes de la DINA el 29 de julio de 1974 en su domicilio en esta capital.
Brutalmente torturado en la calle Londres, en el centro de Santiago, no se supo más de él a partir de agosto del mismo año.
La Operación Colombo fue una masacre encubierta de la dictadura de Pinochet (1973-1990) contra miembros del Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR), amplia mayoría entre los 119 prisioneros políticos desaparecidos.
Fue cuando aparecieron los diarios ficticios Lea, de Argentina; y O Novo Día, de Brasil, así como El Mercurio y La Segunda, en Chile, que difundieron en 1975 la noticia de pugnas al interior del MIR terminaron con la muerte de decenas de sus integrantes.
La mentira refrendada por los cotidianos chilenos provoca todavía en la actualidad indignación. Otros medios de las dictaduras de Argentina y Brasil se prestaron para el montaje, como también el servicio Reuter Latin.
Hace una semana la cadena TVN hizo un mea culpa al transmitir un reportaje precisamente intitulado Los montajes de la Dictadura, en el cual da cuenta del papel de la telemisora como cómplice de hechos que manipularon a la opinión pública.
Numerosos crímenes y hasta la difusión de entrevistas en centros de torturas como si fuesen estudios de televisión, fueron parte de las patrañas orquestadas por TVN con la dictadura, según el material transmitido.
Santiago de Chile, 15 de septiembre 2015
Crónica Digital / PL