El análisis de las selecciones menores es complicado de hacer, debido a la poca experticia que tienen los jugadores en sus carreras y al escaso tiempo de trabajo de los técnicos con las jóvenes promesas del fútbol nacional. El combinado adulto cultiva su producto futbolístico en más oportunidades y debido al desarrollo de los elementos que lo componen, tanto físico como táctico, las posibilidades de que el rendimiento sea mejor aumentan. La gran mayoría de los seleccionados Sub 20 y Sub 17 pertenecen a clubes del mismo país, por lo que este tipo de competencias por lo general mide el nivel de las ligas nacionales menores.
En este contexto, respecto al pésimo rendimiento en el Sudamericano realizado en Paraguay a principios de año, el cambio de mandato ha sido fundamental. Miguel “Chueco” Ponce ha logrado ser la solución a los grandes problemas que Alfredo Grelak tuvo en el torneo ya mencionado, restituyendo la confianza de los muchachos e implantando un estilo de juego basado en la presión ofensiva, la precisión a ras de piso, el despliegue por las bandas y la técnica en el mediocampo. Desde que el ex jugador de Universidad Católica asumió el tremendo desafío que suponía, los resultados en los duelos amistosos previos al Mundial prosperaron, pues consiguieron resultados interesantes frente a rivales como Sudáfrica, Inglaterra o el Queens Park Rangers.
A pesar del ascendente progreso en encuentros no oficiales, el Mundial donde nuestro país es anfitrión ha sido un desafío mayor. El grupo que Chile integró junto a Croacia, Nigeria y EEUU era uno de los más complejos del certamen y así se demostró en cada uno de los cotejos de dicha fase. En el primer duelo, la “Rojita” tuvo la oportunidad de vencer a Croacia, pero faltó precisión, finiquito e imposición de jerarquía en el marcador, quedándose con un insípido empate. Frente a Nigeria no se pudo hacer mucho. La primera conquista rival a los 30 segundos de juego indicaba que la jornada sería durísima y la goleada en contra lo ratificó. Aún así, se rescata la valentía y coraje con que salió el grupo a buscar los goles del descuento, sabiendo que el riesgo que se corría. Sin haber vencido, el partido final frente a EEUU era decisivo. Sólo servía ganar, y a pesar de comenzar perdiendo nuevamente el equipo confió en su idea. Ésta fue cumplida a cabalidad “golpeando” en los momentos precisos, con buen manejo de las acciones y una oportuna dosificación en el aspecto físico.
Ahora el reto es tan complicado como los encuentros anteriores, pues México lleva mucho tiempo haciendo un gran trabajo con las selecciones menores, lo que se ha manifestado en la obtención del campeonato mundial en Perú 2005, México 2011 y la final en los Emiratos Árabes Unidos el 2013, la cual perdió ante Nigeria. Además, ha sido el campeón del torneo de la Concacaf de la categoría en 6 oportunidades, dato que deja al “Tri” como uno de los mejores exponentes Sub 17 en Latinoamérica. A principios de este mes ambas escuadras jugaron un amistoso en el Estadio Nacional que terminó 1-1, donde se repetirían nombres como Fabián Monilla, Luciano Díaz, Marcelo Allende, Ignacio Saavedra y Yerko Leiva.
Pero este no es el momento de ser pesimistas, por más palmarés que tenga el contrario, lo que ha desarrollado el elenco de Ponce y compañía llama al optimismo, más allá de lo que llegue a pasar el miércoles. La gente ha acompañado incondicionalmente a este grupo de jóvenes que sueña con el título y que ha trabajado bastante para poder lograrlo. Es importante creer y confiar en el esfuerzo que se está haciendo, incluso en la proyección que este cuerpo técnico dilucida. Es sólo recordar cuánto costó la materialización del nuevo proceso futbolístico que comenzó Marcelo Bielsa y comanda hoy Jorge Sampaoli: 8 largos y duros años. No hay que exigirles demasiado a muchachos que aún no cumplen la mayoría de edad, no martiricemos al procedimiento que aún está en “pañales”, pase lo que pase el próximo encuentro. A lo largo de su historia, el fútbol no siempre otorga premios a quienes buscan el resultado inmediato, por lo que nos recomienda paciencia y sosiego: tiempo al tiempo…
Por Vicente Vásquez Feres
Crónica Digital, 27 de Octubre 2015