El director periodístico de Crónica Digital, Marcel Garcés, fue invitado a participar como expositor en una de las actividades del cierre de la Fiesta de Los Abrazos 2016 del PC, realizada este 9 y 10 de enero en el Parque O’Higgins de Santiago.
Garcés expuso en el conversatorio “La Concentración de los medios de comunicación y el rol de los medios alternativos y redes sociales”, en la Plaza de las Letras Volodia Teitelboim, el domingo 10.
El panel, integrado además por el sociólogo Iván Atencio y el asesor comunicacional de la diputada Camila Vallejo, el periodista Javier Candia, fue organizado por el Centro de Estudios Fernando Ortiz, de la comuna de Ñuñoa.
El siguiente es el texto de la intervención en la ocasión, de Marcel Garcés:
“Hemos sido convocados para reflexionar sobre el tema de ”La Concentración de los medios de comunicación de masas y el rol de los medios alternativos y redes sociales”.
Se trata de dos cuestiones que aparecen como centrales en la discusión cuando se habla de comunicación, libertad de expresión, derecho a la información, y sobre todo de profundizaciones de la democracia, política comunicacional- o carencia de ésta – en el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet, de la coalición de la Nueva mayoría en su conjunto, o de los partidos o sensibilidades en su interior.
En mi opinión, el problema es más que- de ninguna manera sólo- un asunto profesional, de política de medios.
Es sobre todo, y ante todo, un tema político, de voluntad y de concepción política, de fortalecimiento de la democracia, de definiciones sobre la propiedad, financiamiento de medios, sobre el derecho de expresión, de información, de acceso y de generación de la información- Esto en un sentido más amplio de lo que se entiende por comunicación,
Estimamos, como lo hace el Colegio de Periodistas, que lo central es ”la lucha por la garantía de la libertad de expresión y el derecho a la comunicación”, y la demanda de “más democracia, pluralismo y reconocimiento a sectores comunitarios”.
El Gobierno muestra un déficit impresionante en esta materia, y no es por falta de cuadros capacitados en distintas áreas del tema: profesionales, académicos, estudios, capacidad instalada.
Para qué hablar de la coalición y hasta en los Partidos, hay demasiadas cuerdas para el trompo, es decir, distintas visiones, descoordinación, cuando no contradicciones.
El concepto definido en el temario: la Concentración de los Medios de Comunicación de Masas y el rol de los medios alternativos y redes sociales”, sin duda es importante y el diagnóstico de la concentración de los medios es conocido, repudiable, pero es también inherente al modelo económico y político vigente.
Sin duda es una inversión económica- donde el avisaje estatal, es una fuente de ingresos impresionante para El Mercurio, La Tercera, y los medios internacionales que se han apoderado de la las emisoras de radio y hasta de canales de televisión.Y donde las grandes empresas, los que se coluden y otros, apoyan a esos medios y sus mensajes, también como una inversión política, como una herramienta de presión política, o de estrategia partidista, legislativa o gubernamental.
La relación política-negocios, que a algunos parece sorprender ahora o por lo menos lavarse las manos y blanquearse, es el mismo viejo recurso del cohecho, de corrupción, del tráfico de influencias, que viene desde la Colonia, o fue el instrumento de las viejas oligarquías agrarias o industriales de antes y desde siempre.
Es lo que se ha develado con la participación de conspicuos representantes de la UDI, RN, y otros, porque las malas costumbres en política se pegan, pero también de legisladores, autoridades, etc.
Esos medios y sus contenidos actúan como el fuego de ablandamiento artillero (ahora de misiles), sobre los “enemigos”, sobre los cuales se pretende influir. es decir los ciudadanos, que son considerados un “objetivo” del bombardeo ideológico y propagandístico, y a los cuales se les “venden” noticias, editoriales, argumentos, conceptos, mensajes subliminales, que se utilizan como un bien de consumo, a veces desnaturalizando, a veces farandulizando la realidad, y casi siempre falseando o manipulando la verdad.
La situación en el área de los medios de comunicación es inherente al modelo económico- financiero, ideológico y político neoliberal.
Un ejemplo reciente. El episodio de la rabieta del ministro Burgos, muy oportunamente dateado, fue claramente monitoreado por El Mercurio, combinando información, trascendidos, desinformación, rumores, suposiciones, acciones políticas concretas (la famosa carta de los 26 y otros episodios posteriores)funcionales al objetivo principal: sembrar disensiones en la Nueva Mayoría, dividir para reinar, intrigar, avivarle la cueca a los que en la Derecha, y hasta en sectores de la Nueva Mayoría les gustaría o parecen preferir una nueva alianza, pero con la Derecha.
Como se puede ver el problema es la utilización de la información, de los medios “coludidos”, en una ofensiva política, ideológica para frustrar el proceso de reformas democráticas puesto en marcha, para dividir a la Nueva Mayoría, aislar a la Presidenta, descalificarla, destruir su imagen, y frustrar el proyecto reformista de una vez para siempre, recuperar la Presidencia, la totalidad del poder.
Es decir lo central es un objetivo político.
Y lo cierto es que no se ve una voluntad o capacidad de enfrentar el desafío en la Nueva Mayoría, en el Gobierno y en los partidos de la coalición de gobierno.
La carencia de una coherencia, por lo menos una política común, “ideas fuerza”, mensajes coincidentes- si es que no nos gusta hablar de coordinación o dirección comunicacional, consignas movilizadoras en forma, lo que evidentemente es una necesidad y una facultad o derecho lógico del Gobierno, y una responsabilidad de los partidos- resulta a veces dramática.
No hay que confundir la pluralidad de los medios, con la dispersión y hasta contradicción del mensaje, y lo cierto es que lo poco existente en el campo de la izquierda, los ejemplos sobran. Además del escaso y a veces inexistente apoyo financiero o de coordinación y hasta consideración.
Hay quienes parecen creer tener una estrategia comunicacional si El Mercurio les dedica una media página, o fotografías, sin tener en cuenta que eso lo único que constata es que El Mercurio no da puntada sin hilo, y que no se equivoca de estrategia, sino que busca echarle agua a su molino político e ideológico.
El manejo político comunicacional de los monopolios de la información es entonces una de los más graves riesgos del proceso democrático y de reformas en marcha en Chile y debe ser motivo de una profunda y urgente discusión “política”, insisto, en el marco del proceso de elaboración nacional de una Nueva Constitución, y debe ser refrendado en su texto.
Y lo cierto es que, como señaló la presidenta del Colegio de Periodistas, Javiera Olivares, en la celebración del Día del Periodista el año pasado, ”el derecho a la información y la libertad de expresión han continuado funcionando bajo las condiciones del mercado”, es decir, como dijo con descaro Piñera de la educación, como “un bien de consumo”
El segundo tema contenido en la convocatoria, “El rol de los medios alternativos y redes sociales”, debe ser analizado también en el marco de la voluntad y consideración política.
¿Cuál es el mensaje, qué queremos decir, cuáles son las iniciativas para promover los medios que tengan las nuevas plataformas, cómo apoyarlos técnica, financiera y profesionalmente, legislativamente.
Las redes sociales, suponen la posibilidad de democratización, de aporte a la transparencia, de transversalidad y de darle valor comunitario al ejercicio de la información,
Existe una gran red de medios digitales, (prensa escrita, radio, televisión poblacional o independientes, que sobreviven a duras penas, y que pueden aportar en la democratización de la información.
Lo cierto es que estamos al debe en estas materias y no hay mucho tiempo para levantar cabeza. Se vienen desafíos político-electorales, y la Derecha se ha puesto insolente, animosa, desafiante, con ánimo de revancha y a la ofensiva.
La gran pregunta es, ¿Y NOSOTROS?”.
Santiago de Chile, 11 de enero 2016
Crónica Digital
