El estudio, que fue llevado a cabo en cultivos celulares y posteriormente verificado en ratones, demostró que la microbiota puede modular la actividad de la proteína, y de ese modo afectar nuestro estado de humor.
Sin embargo, necesitamos entender mucho más acerca de la relación entre la microbiota en el intestino y cómo interactúan, antes de que podamos crear tratamientos más efectivos, anunciaron al respecto los científicos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Exeter y la Universidad de Zaragoza, de España.
Londres, 7 de enero 2017
Crónica Digital / PL