Además, Trump prometió este lunes aumentar las tarifas sobre los productos del país asiático por valor de 200 mil millones de dólares el próximo 2 de marzo si China no aborda el supuesto robo de propiedad intelectual, las transferencias de tecnología y otros temas.
Negociadores de ambas naciones cerraron el pasado 9 de enero en Beijing una ronda de diálogos de tres días consecutivos con el propósito de conformar un acuerdo mutuamente satisfactorio.
Hubo buenos resultados de las conversaciones, no solo será beneficioso para China y Estados Unidos, sino también representará una excelente noticia para la economía mundial, manifestó Lu Kang, vocero de la Cancillería del país sede.
Según el Ministerio chino de Comercio, los debates se enfocaron en la protección de los derechos de propiedad intelectual, cooperación tecnológica, acceso al mercado y balance comercial.
También se abordaron la importación de productos agrícolas, energéticos y automóviles.
La referida cita entre representantes de los dos países resultó la primera cara a cara desde que Trump y su homólogo chino, Xi Jinping, se reunieron en Argentina el último 1 de diciembre.
Entonces, en el contexto de la Cumbre del G-20, ambos mandatarios acordaron una tregua de tres meses en las disputas comerciales entre sus países.
Washington impuso aranceles a productos chinos por valor de 250 mil millones de dólares en diferentes momentos desde julio pasado, y Trump amenazó con sancionar bienes por otros 267 mil millones de dólares.
Esa posible cifra total superaría el volumen de exportaciones de China a Estados Unidos, las cuales se situaron en 2017 en 506 mil millones de dólares.
Por su parte, Beijing aplicó medidas recíprocas a 60 mil millones de dólares en envíos norteamericanos, cerca de la mitad de los 130 mil millones de dólares que adquirió el mismo año.
Washington, 14 enero 2019
Crónica Digital /PL