A pesar de los llamados de las autoridades sanitarias y policiales a cumplir las medidas para contener la Covid-19, muchos en Chile hoy parecen tener oídos sordos, más aún en las fiestas de fin de año.
Este lunes, Carabineros entregó un balance según el cual más de 100 mil vehículos salieron de la región Metropolitana durante el fin de semana, aunque este territorio se encuentra en la fase dos del plan Paso a paso del Gobierno, entre cuyas restricciones figura la prohibición de salir de esta capital hacia otros puntos del país.
La mayoría de los conductores y sus acompañantes presentaron diferentes tipos de permisos a las fuerzas policiales en los numerosos controles establecidos en las carreteras, para poner trasladarse en medio de la cuarentena total prevista por esa fase de confinamiento para los fines de semana y feriados.
Pero aún así, los Carabineros devolvieron hasta ayer cuatro mil 477 automóviles, cuyos ocupantes no tenían los permisos correspondientes, por «olvido» o porque simplemente se lanzaron a las carreteras a intentar violar a sabiendas las medidas sanitarias.
Según informó este lunes a la prensa la mayor Estela Sotelo, de la Prefectura de Tránsito y Carreteras de Carabineros, durante los controles 38 personas fueron detenidas por infringir el Artículo 318 de Código Penal, relativo a la violación de las disposiciones sanitarias.
Pero entre quienes optaron por permanecer en sus casas tampoco faltaron los porfiados que hacen caso omiso a las autoridades y así, durante el domingo, agentes de la municipalidad capitalina de Recoleta descubrieron una fiesta clandestina violatoria de la cuarentena y el toque de queda.
En consecuencia fueron detenidas al menos 38 personas e incautadas cantidades bebidas alcohólicas, drogas y equipos musicales.
Este jolgorio se sumó a al menos otros tres detectados en esta capital y las ciudades de Antofagasta y Pichilemu, que conllevaron la detención de un centenar de personas en total.
Santiago de Chile, 28 de diciembre 2020
Crónica Digital/PL