Los problemas de la educación pública quedaron evidenciados con el pulso que mantienen más de 50 mil maestros de primaria y secundaria y el Ministerio de Educación (Mineduc), sin que se aprecie un fin cercano al paro nacional de los docentes que el lunes comienza su cuarta semana.
Los maestros piden mejoras a sus condiciones de trabajo, superar el abandono en que se encuentra la educación pública y dar marcha atrás a una medida que prevé la eliminación de las asignaturas de Historia, Educación Física y Artes del currículo obligatorio de la enseñanza media.
Además reclaman que la ministra Marcela Cubillos encabece las conversaciones para resolver la crisis, pero la titular se negó a ello, dijo que no habrá nuevos acercamientos y que la única salida es que los maestros vuelvan a las aulas.
El presidente del Colegio de Profesores, Mario Agular, calificó esas declaraciones de ‘intransigentes y duras’, anunció nuevas protestas para la próxima semana y pidió que el presidente Sebastián Piñera intervenga en el conflicto, lo que parece poco probable.
Este paro, que mantiene gran cantidad de escuelas cerradas y a más de 600 mil alumnos fuera de las aulas, solo parece ser la punta del iceberg de los problemas que enfrenta la educación, pues también está a la vista una huelga de los maestros de preescolar, que ya el martes último realizaron un paro nacional de ‘advertencia’.
A ello se suman los problemas que afectan al Instituto Nacional, un centro de excelencia de esta capital con más de cuatro mil alumnos, que desde hace semanas es escenario constante de enfrentamientos violentos entre estudiantes y fuerzas especiales de Carabineros.
Mientras, los sindicatos de la gigantesca mina de cobre de Chuquicamata, en el norte de Chile, rechazaron la última oferta de la administración y continúan en un paro que ya lleva más de una semana.
En medio de ese malestar social durante la semana Piñera presentó varias iniciativas de un plan de acción para fortalecer la economía del país, para lo cual
hizo una serie de ‘encargos y metas claras’ a los ministros de Hacienda, Obras Públicas, Transporte y Telecomunicaciones, y Energía y Economía.
Estos plantean entre otras metas a mediano y largo plazos duplicar la capacidad de crecimiento (a 3,5 por ciento anual), crear más de 600 mil empleos, mejorar salarios, abrir 400 mil nuevas empresas y emprendedores; recuperar y hacer crecer la inversión, la productividad y innovación y fortalecer los equilibrios macroeconómicos.