En el contexto de los dolorosos hechos que acontecen internacionalmente, de nuevo nos vemos sometidos al arbitrio manipulador de ciertos medios de comunicación, ocasionando un daño irreparable a la conciencia colectiva y una inescrupulosa lesión al manejo razonable de nuestra emotividad. Esto nos plantea el deber ético de permanecer atentos y activos ante esta nueva arremetida de los poderes fácticos y los grandes consorcios internacionales, que se manejan bajo intereses deformadores de la verdad y distorsionadores de la realidad objetiva y dinámica.
Los actuales hechos bélicos, acaecidos específicamente en las Repúblicas de Donestk y Lugansk y en la propia Ucrania, nos deben llevar a reflexionar sobre las causas que los originan y de las cuales, en estos tiempos, poco o nada se ha hecho para aclararlas y de esta forma cumplir con el derecho a la información, que es el sustento esencial del ser humano para reconocer su lugar en el mundo. Cabe recordar que, en Ucrania, a partir del golpe de Estado del 2014 se han cometido graves crímenes de guerra a cargo de organismos nazis, sin que la comunidad internacional se sensibilizara con las víctimas.
Sin duda, la humanidad avanza a pasos agigantados en variadas direcciones, sin embargo, su orientación es sólo la que obedece lamentablemente a un interés global. Son muchos los hechos que debieran sensibilizarnos y que no necesitan obedecer a la línea editorial de propósito único de la gran mayoría de los medios de comunicación alineados a la doctrina del poder y el dominio hegemónico del orbe. En ese marco debemos analizar, por ejemplo, cuál es el rol que debiera asumir Naciones Unidas; cuál es el papel que ha jugado y juega la OTAN; el despliegue bélico, intervencionista y de ocupación que ha mantenido EE.UU. a lo largo de su historia, conducta que no ha tenido un cuestionamiento determinante por parte de la humanidad como debiera ser.
En ese contexto, señorean acciones como el bloqueo comercial, diplomático, tecnológico, de integración e intercambio impuesto por EE.UU. En Cuba, esas medidas tienen más de 60 años asfixiando su economía y provocando un daño enorme a su población, que implica hambre, enfermedades y todo tipo de carencias que no sólo los países, sino que la humanidad entera tienen dado por derecho inalienable.
Ese modelo de sanciones amplificadas, se imponen hoy sobre La Federación Rusa, no obstante, han generado un verdadero descalabro económico a nivel planetario, hasta el Banco Mundial y El Fondo Monetario Internacional, han alertado sobre la irracionalidad de tales medidas y las consecuencias catastróficas que pueden traducirse en aumento de la pobreza en países desarrollados y en vías de desarrollo, como escenarios de hambruna: en el caso de las naciones más modestas. En el mismo sentido, prolongar el conflicto militar en Ucrania, por la vía de inyectar más armas y recursos para la guerra de manera artificial, pareciera ser una solución que favorece sólo a la industria de la guerra, esa responsabilidad es de las grandes potencias en conflicto, donde EE.UU. y la OTAN no pueden eludir las secuelas, producto de su actuación en el conflicto.
Debemos abogar por el regreso y la sublimación de todas formas de sensibilidad; el no informarnos como corresponde, nos deja en una situación de indefensión y dependencia ante la cruda realidad que muestran los medios de comunicación oficiales, que están más preocupados de generar sensacionalismo y espectáculo deshumanizado, que de informar ajustados a la verdad, generando un discurso coercitivo, indolente, xenofóbico, chauvinista, que en nada contribuye a la construcción de un lenguaje que represente la defensa de la vida y la dignidad humana.
Este clima de tozudez intolerante, no solo dificulta o anula el sano debate, sino también genera ausencia de contenidos que amplíen la información en pos del pluralismo y la libertad de expresión, siendo éstas propiedades de civilización superior que, debemos defender con la fuerza y el vigor de los hechos y la inteligencia comprometida de la sociedad. Hoy más que nunca, es necesario crear espacios de integración con Latinoamérica, El Caribe y el mundo, en una perspectiva de solidaridad con los procesos transformadores.
La trascendencia histórica de muchos hechos y situaciones que se viven en el orbe, y que han sido negados sistemáticamente por la historiografía oficial, nos debe a lo menos inquietar; y nuestro deber es subsanar estos acontecimientos y desde nuestro hacer, aportar a la reconstitución de la memoria, recogiendo el legado de tantas y tantos compañeros y compañeras que lucharon toda su vida defendiendo a la humanidad de sus peligros y desventuras, tales como: Simone Weil, Rigoberta Menchú Tum, Nelson Mandela, entre otros y otras.
Por ello, es tan necesario agitar las banderas de las culturas y las artes, porque son herramientas absolutamente necesarias para cambiar el mundo. La cultura a favor de una vida digna para la naturaleza y el humano, debe ser el eje rector de todas las disciplinas que coexisten en las comunidades, pues lleva en su seno la necesaria sensibilidad que nos comunica y unifica fraternalmente hacia mejores días, y nos permite afrontar aquellas señales actuales que expresan una cultura a favor de la muerte.
Bajo esta mirada, hacemos un llamado a defender la cultura Rusa, porque sin duda, su inmenso aporte a la humanidad trasciende las fronteras, siendo parte del patrimonio emotivo de todos y todas quienes hemos crecido al abrazo de escritores y escritoras, tales como: Chéjov, Dostoievski, Anna Akhmatova, Pushkin, Gorki, Pasternak, Yesenin, este último manifestó tempranamente la necesidad de interpretar poéticamente el mundo: “Lo importante no es la imagen, sino el sentimiento poético del mundo”.
Hoy la relación indiferente del ser con el mundo, lo está dejando en una indefensión inexcusable, la búsqueda inerte de respuestas es lo que tiene paralizado al ser humano en una serie de sinsentidos que cohabitan en nuestra sociedad y que obedece a un cuestionamiento irreflexivo del sistema imperante, porque no están dadas las respuestas dentro del mismo, sino claramente dentro de una perspectiva de cambio sustantivo en las estructuras de poder. Creemos que las culturas, las artes y los patrimonios forman parte de los canales válidos para pasar de la irreflexión a la reflexión crítica. El gran desafío, es construir una política desde la creatividad y la ética.
Hacemos un llamado a las organizaciones sociales, sindicales, académicas y al mundo de las culturas, las artes y los patrimonios, a valorar y defender la vida, tanto en su calidad como en su prolongación, a fertilizar la esperanza, los sueños, la libertad, la palabra bella, solo de esa manera podremos vivir en dignidad y construir la mujer y el hombre nuevos bajo el ineludible imperativo de transformar positivamente el mundo.
Colectivo de escritores y escritoras Luis Enrique Délano
Santiago, Abril de 2022
Quienes quieran adherir a este manifiesto por la vida, favor escribirnos a:
colectivoluisenriquedelano@outlook.com
Adhieren a este Manifiesto:
Miguel Lawner. Arquitecto, Premio Nacional de Arquitectura 2019
Alejandro Mono González. Muralista y artista visual
Iván Ljubetic. Historiador
Jorge Coulón. Músico, miembro fundador del grupo Inti IIIimani
Omar Cid. Subdirector Crónica Digital
David Hevia. Escritor Director Sech Nacional
Pablo Salvat. Académico y escritor
María Eugenia Puelma. Core Región Metropolitana
Iván Gutiérrez Lozano. Periodista, editor de Crónica Digital
César Millahueique. Director Sech Nacional
Antonia Cabezas. Gestora cultural y editora
Fernando Martínez. Cientista político y escritor
Guadalupe Becerra. Poeta
Claudina Núñez. Core Región Metropolitana
Alfredo Lavergne. Escritor
Claudio Rojas Aguilera. Músico concertista en guitarra clásica
Doris Gallardo. Poeta y artesana
Isabel Gómez. Vicepresidenta Sech
Danae Prado. Core región Metropolitana
Roberto Vásquez. Poeta
Patricio González. Presidente del Centro Cultural Cordillera
Nadia Ávalos. Core Región Metropolitana
Ana María López. Actriz fundadora teatro El Riel
Vicky Larraín. Artista creadora
Nelly Carrasco. Presidenta Fundación Delia Del Carril
Tomás J. Reyes. Escritor
Douglas Hübner. Cineasta
Luis Contreras. Presidente Sech filial Ñuble
Marta López. Periodista
Beatriz Albornoz. Core Región Metropolitana
Ramón Núñez Soto. Director Coordinador DDHH Providencia
Marcela Shultz. Actriz y dramaturga
Dilcia Mendoza. Poeta
Crónica Digital
Santiago de Chile, 27 de abril 2022