Francia prepara hoy nuevos ensayos con el corazón artificial autónomo fabricado por la sociedad Carmat, luego de obtener la firma luz verde de las autoridades para proseguir los implantes.
Ideado por el profesor Alain Carpentier, este dispositivo es el más semejante al órgano biológico creado hasta ahora, tiene dos ventrículos y cuatro válvulas y reproduce las corrientes naturales de circulación de la sangre, acelerando o reduciendo el ritmo cardíaco en función del nivel de esfuerzo de su receptor.
Está elaborado con titanio, pero todas sus partes interiores se encuentran cubiertas de un tejido cardíaco de bovino especialmente tratado, a fin de reducir el riesgo de formación de coágulos sanguíneos, una complicación frecuente en las bombas actuales.
El novedoso corazón artificial fue implantado por primera vez a
Claude Dany, de 76 años, quien vivió dos meses y medio hasta que el aparato se detuvo bruscamente el pasado 2 de marzo.
Según Carmat, el criterio de éxito para la prueba inicial era de 30 días, sin embargo, el paciente sobrevivió 74.
De acuerdo con Marcello Conviti, director general de la firma, en lo adelante se pondrán en práctica medidas complementarias a fin de mejorar las condiciones de seguridad.
Los médicos procederán a una vigilancia mayor de todos los órganos de los pacientes operados, luego de que el primero sufriera una infección pulmonar.
También prevén un tratamiento para evitar las úlceras del estómago, complicación inesperada durante el primer implante.
La sociedad Carmat realizará tres ensayos próximamente en personas con pronóstico vital comprometido en corto plazo.
Según sus creadores, el corazón artificial no está destinado a solucionar de manera temporal la situación de pacientes que esperan un trasplante, sino a sustituir definitivamente el órgano biológico.
Paris, 17 de julio 2014
Crónica Digital / PL