Las medidas destinadas a enfrentar los efectos del cambio climático tendrán efectos negativos en la economía mundial a corto plazo pero serán beneficiosas en las próximas décadas, según un estudio de la Universidad de Cambridge publicado hoy.
El reporte constató que las políticas medioambientales generarán serios desequilibrios financieros en el siguiente quinquenio, pero en 35 años tendrán un efecto positivo en la situación monetaria de todos los países.
Si se logra mantener el calentamiento global por debajo de los dos grados Celsius en comparación con la era preindustrial -objetivo de la próxima Cumbre de Cambio Climático COP21- el rendimiento de la economía podría aumentar 20 por ciento más que en un contexto de políticas
pasivas y de explotación de las energías fósiles.
Como antesala de COP21, académicos y políticos del Reino Unido potencian el debate sobre los temas ecológicos, sin embargo pocos estudios abordan con profundidad el impacto monetario de la agenda medioambiental, según medios británicos.
El director del Banco de Inglaterra, Marc Carney, calificó el cambio climático como una amenaza para la estabilidad económica del país y el mundo.
El mismo señaló que solamente los costes de los seguros condicionados por la meteorología aumentaron enormemente desde los años ochenta pero los retos de hoy palidecen ante los pronósticos futuros en caso continuar el deterioro de los recursos del planeta.
Londres, 18 de noviembre 2015
Crónica Digital / PL