Decenas de sacos dispuestos a las orillas del Camino Longitudinal Austral, en las cercanías de Caleta Tortel, dan cuenta de un vacío legal que pone en riesgo los ecosistemas más frágiles y biodiversos de la Patagonia. Entre quinientos y mil pesos por saco.  Ese es el monto que, en Caleta Tortel, pagan a quienes se dedican a la extracción del Sphagnum, ese musgo acojinado que sobresale de las turberas que cubren amplios paisajes de la región de Aysén.  Aquel conocido coloquialmente en esta zona austral como “pompón”. La turbera es un tipo de humedal que, por las características de la materia orgánica semidescompuesta que contiene, concentra un alto volumen de carbono.   El compuesto vegetal que crece en su superficie tiene hoy una alta valoración, por su capacidad de absorción de agua, filtración de líquidos, y aislación térmica y acústica.  Por ello se utiliza en construcción, agricultura, servicios sanitarios e industrias de diverso tipo. Esta versatilidad colisiona con un aspecto clave para su sustentabilidad.  Las turberas son fuente de una rica biodiversidad, fundamentales para la regulación del ciclo hídrico siendo importantes reservas de agua dulce y carbono. Además, la materia orgánica en descomposición que contienen muchas veces son el resultado de miles de años de acumulación, por lo cual su renovabilidad es casi mínima.  En la Patagonia se ha establecido que algunas se originaron hace más de 10 mil años.  Esta característica hace que se les considere en la legislación como un elemento fósil, siendo regulada su extracción por el Código de Minería (por ser “la primera etapa de transformación de un vegetal a carbón”), con preeminencia sobre múltiples otras normativas relacionadas con la conservación del recurso.   Por esto para su uso se requiere solicitar una concesión minera ¿Extracción sustentable? A lo largo del Camino Longitudinal Austral que conduce a Caleta Tortel, al igual que en otras zonas de Aysén, es posible ver dispuestos centenares de sacos donde se acumula el pompón que será comercializado en otras zonas del país y el mundo.  En el poblado explican que, producto del inicio de las operaciones del ferry Crux Australis hacia Puerto Natales, ha aumentado el poder comprador de este elemental y sensible recurso.    Dato no menor, considerando que en la comuna existen casi 400 mil hectáreas de turberas, un 96 % en terrenos fiscales. Son varias las iniciativas que se han impulsado con el fin de establecer mecanismos que hagan sustentable la extracción del Sphagnum.  En 2009 el Fondo para la Innovación Agraria publicó el documento “Resultados y Lecciones en Uso, Manejo y Protección del Musgo Sphagnum”, que sistematizó la experiencia del proyecto “Evaluación cuantitativa y cualitativa del musgo Sphagnum sp. como forma de conocer su uso, manejo y protección, en la comuna de Tortel, XI Región”.  La iniciativa fue desarrollada entre 2004 y 2007 por el Centro Trapananda de la Universidad Austral de Chile en conjunto con la Municipalidad de Tortel. Desde el Ministerio de Agricultura se ha planteado la posibilidad de incorporar la turba al desarrollo productivo de Aysén. Para ello se […]

Este fin de semana podría definirse el abanderado presidencial del PS, abriendo de par en par las presidenciales. El conteo de votos favorece de momento al senador, pero el laguismo ya ha dado varios golpes inesperados torciendo las cosas a su favor. Ahora, ese sector está presionando y operando al máximo para dar su golpe final. La calculadora de laguistas y guillieristas está al rojo. Ambos sectores saben que la nominación depende de los 116 votos del nuevo Comité Central, elegido hace menos de dos semanas. Son varios los escenarios que se abren de cara a este fin de semana, cuando se supone se reunirá el Comité Central de ese partido para dirimir. Los cálculos guillieristas A favor del senador independiente y pre-candidato del Partido Radical Alejandro Guillier juega un factor que se ha vuelto característico entre los militantes socialistas, tal como reconocieron varios de ellos mismos a Diario y Radio Universidad de Chile: “El pragmatismo”. Los cálculos que hacen los simpatizantes guillieristas del PS es que tienen los votos para que su representado gane, y explican que esto se debe a que el pensamiento de los lotes es que deben elegir al nombre con mayores posibilidades de triunfar en noviembre. Y, hasta ahora, el periodista y ex rostro de la TV está mejor muchísimo mejor posicionado en las encuestas que Ricardo Lagos. Y en el peor de los casos, argumenta este sector, Guillier al menos ofrecería perder con dignidad frente al candidato derechista Sebastián Piñera. Hasta ahora, Guillier sólo cuenta con el respaldo público del sector liderado por el diputado Daniel Melo (Colectivo Identidad Socialista), pero tras bambalinas contaría con el apoyo de los sectores internos que representan Isabel Allende y Álvaro Elizalde, ‘Grandes Alamedas’ y un amplio sector del ‘tercerismo’, respectivamente. Así, sobre el papel Guillier no debería tener mayores dificultades en imponerse en el Comité Central, ya que la nueva directiva que asumirá estará liderada por Elizalde como presidente, Andrés Santander (Grandes Alamedas) como secretario general y Daniel Melo en la vicepresidencia. Sacando la calculadora al estilo Frank Underwood de la serie de TV House of Cards, de momento el bando guillieristas estaría con un 60% de los votos asegurados. Sin embargo, en la política partidista, y en especial en el PS errático de los últimos meses, cualquier cosa puede pasar. Por eso, seguidores socialistas del senador señalaron que la definición que podría producirse este fin de semana será “tensa”, y admiten que si “alguien se duerme, gana Lagos”. Para asegurar un triunfo necesitarían conseguir apoyos entre los partidarios de José Miguel Insulza y Fernando Atria, valiéndose del mismo pragmatismo para convencerlos, así como del resentimiento de estos por la jugada de los laguistas que enterró la primaria interna. El tema de las parlamentarias también jugaría a favor de Guillier. Contrario a lo que se pensó en un primer momento, la irrupción de Beatriz Sánchez en la carrera presidencial habría reforzado la idea de que “abrazar a Guillier es mejor que Lagos” a la hora de no […]

A poco de asumir  como embajador de Chile en Uruguay, a mediados de 2014, conocí al entonces Ministro de  Relaciones Exteriores de ese país, Luis Almagro.   Aun cuando provenía de un partido político de derecha, él  se mostraba como alguien cercano a los gobiernos más avanzados del continente y, por ejemplo,  se expresaba del mejor modo de Cuba, Venezuela, Ecuador, Argentina y veía con simpatía el proceso de cambios en Chile de la recién formada Nueva Mayoría. De hecho, a poco tiempo de conocernos, me solicitó ser uno de los oradores del acto que él organizó para rendir homenaje, en un aniversario de su fallecimiento, al político cubano  Mario García Incháustegui, quien había sido el embajador de Cuba en Chile al momento del golpe fascista de septiembre de 1973 y que falleciera años más tarde en un accidente aéreo. La actividad que contó con la presencia de la viuda y los hijos del ex embajador cubano tuvo lugar precisamente en el salón de actos de la Cancillería y fue presidido por el propio Almagro, quien además se refirió elogiosamente al homenajeado. ¿Qué ocurrió después con el entonces Canciller uruguayo? ¿Cómo pudo ser tan radical su cambio? Muy sencillo, fue designado Secretario General de ese desprestigiado organismo internacional llamado Organización de Estados Americanos, la OEA, aquel viejo instrumento de la política exterior del gobierno norteamericano. Es la misma OEA que tanto conocemos y que tan determinantemente fija la conducta de sus secretarios generales. Amarga es nuestra propia experiencia al respecto. Es ese transformado Almagro el hoy obsesivo, enfermizo, persecutor del gobierno venezolano ; para él no hay límites y su conducta ha perdido toda sensatez y cordura. La  tarea que le  fue encomendada por quien manda en la malhadada OEA es lograr la derrota del proceso bolivariano. La Casa Blanca y el Pentágono necesitan el control del petróleo y encontraron al hombre preciso ; como han denunciado tanto la central de trabajadores del país del personaje, el PIT- CNT y las organizaciones sociales más importantes del Uruguay: “Almagro se ha ensañado contra el proceso venezolano buscando cualquier excusa  para arremeter contra un gobierno democráticamente electo por su pueblo”. Lástima grande que  a la campaña de Trump, de Almagro, de la OEA y las transnacionales en contra del gobierno venezolano se sumen personajes y autoridades que, sin la más mínima preocupación por enterarse de las normas jurídicas propias de Venezuela, tanto constitucionales como legales, no han dudado en adherir a la ofensiva golpista contra el gobierno del presidente Maduro calificando de “golpe de Estado” la resolución del más alto tribunal de Justicia de ese país que, con estricto apego al Derecho, hace uso de normas legales explícitas. Nuestro país no ha sido excepción y estos días hemos visto y escuchado a los mismos medios de comunicación reaccionarios y a políticos de partidos de todo el arco de los que empujaron en Chile el golpe del  73, incluidos individuos que se pretenden de “izquierda” sumándose a la ofensiva golpista de los sectores más […]

Aunque estamos dentro de los peores  países del mundo en los índices de desigualdad, sorprende que haya algunos sondeos que nos ubiquen dentro de los países más felices de la Región. Esto realmente no se compadece con las cifras más objetivas respecto de la distribución socioeconómica de nuestra población, cuando apenas el 5 por ciento de los chilenos percibe más del 51 por ciento de los ingresos; cuando la clase media, que representa casi el  30 por ciento de nuestros habitantes se lleva menos del 27 por ciento, y el 67 por ciento de los trabajadores, apenas percibe el 22 por ciento del ingreso. Es decir, 12 millones de chilenos entre los cuales hay que considerar más de 700 mil en la indigencia o en la miseria. La historia ha reconocido que mucho más que la pobreza, son las graves desigualdades de la población las que están en el origen de los conflictos, de las crisis políticas y los estallidos sociales. No hay duda, entonces, que el modelo económico chileno ha sido muy bien vendido en la población chilena y que, en su precariedad, son muchos todavía los que tienen esperanza en que alguna vez le llegue una tajada más grande de la torta, o bien parece conforme con las migajas que le tributan las políticas asistenciales del Estado. Las que, de ninguna forma, se proponen cuestionar las políticas neoliberales y el orden jurídico y social heredado de la Dictadura. Sacralizado, por lo demás, por los gobiernos de la Concertación y de la derecha. Sin embargo, todos nos damos cuenta que esta supuesta felicidad del país no se condice con la expresión generalizada del malestar popular. Con las protestas estudiantiles y sus demandas por una educación gratuita y de calidad. Con las multitudinarias manifestaciones del Movimiento NO+AFP o con las diversas protestas contra el sistema de las isapres.  O la irritación pública con la corrupción político empresarial, la escandalosa forma en que la industrias pesquera y forestal compran la conciencia de nuestros parlamentarios, y todos esos bochornosos actos de colusión urdidos para asaltar el bolsillo de los millones de consumidores. Como las huelgas que despiertan en las más diversas actividades, al grado que los que se supone son los mejores pagados, los mineros dl cobre, son capaces de sostener una paralización por varias semanas Así como tampoco podrían explicar que los ciudadanos prefieran abstenerse electoralmente que apoyar las diversas opciones políticas. O el escuálido apoyo a todos los partidos y aquella apatía civil al desesperado intento de refichar a sus militantes. Tanto como el surgimiento de candidatos que ya no son propiamente del mundo de la política y se imponen sobre aquellas figuras que se resisten a jubilarse o cambiar de rumbo. Tampoco tal felicidad puede ser compatible con el descrédito que afecta a la clase política, desde la que constata la enorme desaprobación a una jefa de estado (que hace pocos años podía ostentar una enorme popularidad),  hasta la que hoy demuele a referentes históricos como la Central Unitaria […]

Desde el Parlamento se está evaluando el requisito de que ciudadanos haitianos cuenten con una visa consular para poder ingresar a Chile, a diferencia de personas de otras nacionalidades. No obstante, el número de estos inmigrantes sigue estando por debajo del que registran peruanos, colombianos y bolivianos que han ingresado a nuestro país. Desde los ministerios del Interior y de Relaciones Exteriores se está evaluando el requisito de que ciudadanos haitianos cuenten con una visa consular para ingresar a Chile, esto con el objetivo de restringir su llegada ante el gran aumento que se ha registrado en Extranjería de dichos inmigrantes, lo que está causando preocupación en La Moneda. No obstante, son los peruanos, colombianos y bolivianos los que llevan la delantera, por lo que esta medida ha comenzado a provocar algo de ruido dentro de la población. A pesar de que la autoridad está facultada para solicitar visa consular por razones de reciprocidad internacional, por ejemplo, es importante que el gobierno transparente cuáles son las reales razones de interés nacional por las que se establecerían estas restricciones. Así lo deja en claro Daniel Ibáñez, presidente de Fundación Participa, quien comenta que si no existen argumentos claros “podríamos estar frente a un acto abiertamente arbitrario y discriminatorio”, aunque asegura que todo dependería de los fundamentos. En el mismo sentido, Ibáñez afirma que medidas como estas “lejos de resolver el tema migratorio pueden generar muchos más ingresos clandestinos”, lo que se alejaría totalmente de lo esperado por el Parlamento, teniendo finalmente un efecto contraproducente. Además de esto, lejos de regular el flujo migratorio “lo que se generara es mayor situación de vulnerabilidad para los inmigrantes”. En la actualidad, son diversas las denuncias realizadas en medios masivos debido a la vulnerabilidad que tienen hoy los inmigrantes en nuestro país gracias a la alta xenofobia y discriminación que suelen tener los chilenos, especialmente en contra de ciudadanos provenientes de países latinoamericanos. Es por esto que cabe preguntase si medidas de este tipo solo aumentan la antipatía en la sociedad. Para Daniel Ibáñez el problema en Chile no son los inmigrantes, sino que es el populismo con que se trata el tema, tanto en medios como dentro del Congreso, y que finalmente el único objetivo que logran es “fomentar el racismo y la intolerancia, además que no existen políticas públicas que permitan enfrentar la migración y fomentar la integración”. Es importante señalar y destacar que la llegada de inmigrantes al país constituye un aporte desde el punto de vista cultural, económico y social, lo que se considera un beneficio a grandes escalas. En este punto, Ibáñez asevera que “Chile es un país que demográficamente va envejeciendo, lo que quiere decir que en pocos años se requerirá mayor fuerza laboral, por lo que claramente contribuye en el ámbito económico la llegada de inmigrantes. Así mismo, los beneficios económicos de la inmigración podemos verlos en espacios tan simples como los barrios, donde la presencia de inmigrantes y sus emprendimientos han logrado revitalizar muchos sectores abandonados”. Por […]

En correspondencia a sus legítimas atribuciones y por amplia mayoría, el Comité Central de nuestro Partido Socialista, tomó la resolución de nombrar al abanderado que lo represente en las próximas elecciones primarias del bloque de la Nueva Mayoría, una vez que se constituya con sus nuevos miembros, los que fueron electos de forma ampliamente participativa el recién pasado 26 de Marzo. Dichas elecciones han confirmado que es el Partido Socialista, la fuerza política que convoca al mayor número de votantes, un poco más de treinta mil, cuando se procede a la nominación de sus autoridades político partidarias. Este dato de la realidad ya lo quisieran otras formaciones partidistas en el país. Ahora hay que nominar un líder para Chile. Se trata de una decisión relevante de la cual debe surgir un representante capaz de dar continuidad y renovación al proyecto político que permita reagrupar una mayoría nacional lo suficientemente ancha como para lograr un respaldo que permita seguir gobernando a Chile. Para ello hay que unir y no dividir. Quien tome esta tarea debe ser un personero respetado, que entregue la seguridad de guiar certeramente el país, en una etapa compleja, en que hay mucho descontento y desánimo, nacional e internacionalmente. Hay que saber reagrupar y conducir las fuerzas para vencer. Hoy los pueblos exigen más y no se puede improvisar. La tarea de abrir nuevos horizontes no es sinónimo de una labor en la que se llega a dar los primeros pasos y aprender no importando los costos que ello signifique. Hay abundantes ejemplos que así lo indican. Por el contrario, la ética socialista nos  sitúa ante una responsabilidad social que debe ser abordada con el máximo de preparación y de seguridad en el camino a seguir. Por eso, hay que respaldar a los miembros recién electos que con su investidura plena de energías, tienen todas las condiciones para decidir. No caben cuestionamientos absurdos, que no reconocen o no asumen el rico ejercicio democrático que los socialistas acaban de realizar el 26 de Marzo. Ante la fuerza y la legitimidad con que cuentan esos representantes, miembros del Comité  Central, que vendrán desde todo el país, los rezongos que tanto se aplauden en ciertos medios, son enteramente desafortunados. Somos un Partido popular, que tiene una historia y un patrimonio que preservar, con una institucionalidad y una representatividad que otros no tienen y sueñan con llegar a tenerla, desde esta condición con un personero como Ricardo Lagos, podemos influir decisivamente en el reordenamiento del escenario político  y otorgarle a la Nueva Mayoría, el liderazgo nacional que requiere.  Camilo Escalona Medina Vicepresidente Nacional Partido Socialista de Chile Santiago de Chile, 2 de abril 2017 Crónica Digital

»Todo intento encaminado a quebrantar total o parcialmente la unidad nacional y la integridad territorial de un país es incompatible con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas». Lo dijo Luis Almagro, el actual secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) hace menos de cinco años en la ONU como canciller de Uruguay. Así lo escuchamos los corresponsales acreditados en ese momento en la sede del más importante foro mundial en Nueva York y quedó recogido en los documentos oficiales (Asset ID 555733). Menos de un lustro más tarde y colocado a la cabeza del organismo regional, el excanciller uruguayo mueve cielo y tierra en contra de Venezuela, cuyas autoridades denuncian las acciones injerencistas del funcionario que encabeza la OEA desde mayo de 2015, lindantes con una convocatoria al derrocamiento del gobierno de Caracas. Desde su anterior cargo de jefe de la diplomacia uruguaya durante la administración del presidente José Mujica, Almagro condenó ante la 67 Asamblea General de la ONU el intento de golpe de estado en Ecuador (2010) y la ruptura del orden democrático en Paraguay con la asonada parlamentaria contra el mandatario Fernando Lugo (2012). Pero hoy encabeza sin contemplaciones las maniobras respaldadas por Estados Unidos y otros regímenes del área que giraron a la derecha y buscan expulsar de la OEA a Venezuela, uno de los países más consecuentes y propulsores de la integración regional a través de mecanismos como el ALBA, la Celac, Unasur y Mercosur. Se trata de la misma persona que en otra intervención ante la ONU había sentenciado: ‘podemos bregar por la promoción de la democracia en cada uno de los países del sistema, pero estamos muy mal si en el sistema en general impera la ley del más fuerte’. Y sin embargo, a solo unos meses de instalarse en el cuartel general de la OEA en Washington atacó las conversaciones entre la oposición y el gobierno venezolanos e inició sus movimientos, hasta ahora infructuosos, para aplicar la llamada Carta Democrática de ese organismo contra el gobierno de Nicolás Maduro. La posible autoridad que algunos podían otorgar a Almagro por haber estado al frente de la diplomacia uruguaya quedó totalmente despojada de cualquier sustento con la carta escrita por el exmandatario Mujica en noviembre de 2015 en rechazo al brusco viraje hacia la actual cruzada antivenezolana. ‘Venezuela nos necesita como albañiles y no como jueces, la presión exterior solo crea paranoia y esto no colabora hacia condiciones internas en esa sociedad… Repito: la verdadera solidaridad es contribuir a que los venezolanos se puedan autodeterminar respetando sus diferencias, pero esto implica (un) clima que lo posibilite’, argumentó el hoy miembro del Senado de Uruguay. Fue la crítica del exjefe de Estado de reconocido prestigio internacional tras los primeros movimientos de su excanciller luego de su llegada a la secretaría general de la OEA. El texto subraya desde su inicio la postura de Mujica: ‘Luis. Sabes que siempre te apoyé y promoví. Sabes, que tácitamente respaldé tu candidatura […]

Apenas comienzan a calentarse los motores, pero el clima político de Chile, tal vez ayudado por la llegada de un tímido otoño, es presa de un hervidero a poco más de siete meses de las elecciones presidenciales y parlamentarias. Si los comicios fuesen mañana, no hay dudas de que el candidato de la derecha, Sebastián Piñera, estaría de vuelta en su segundo período en el Palacio de La Moneda. Al menos así lo expresan las encuestas, últimamente poco precisas en el mundo entero. Sin embargo, el recién proclamado aspirante por el bloque conservador de Chile Vamos, aún en medio de los tejemanejes al interior del grupo, ha aprovechado a lo largo de los tres años de Gobierno de la centroizquierda para atacar puntos débiles. Piñera aparecía hasta hace cuatro meses como figura incólume, de expediente intachable y con la imagen de un mandatario que dejó al país en plena bonanza económica. En ninguno de los casos, ese perfil sobrevivió. Sus críticas eventuales y bien calculadas contra la actual jefa de Estado, Michelle Bachelet, junto con la estrategia de dar un halo de suspenso al lanzamiento de su candidatura, le rindieron dividendos. Respecto a la economía, no puede negarse que es un hombre de suerte. Tomó en sus años en La Moneda (2010-2014) los efluvios del boom de los precios de las materias primeras en la región, que terminó justo con la vuelta al poder de Bachelet. Para completar, la dignataria se vio envuelta en cuitas familiares (su hijo y su nuera) de supuesto abuso de poder y tráfico de influencias que dañaron sensiblemente su imagen. FESTIN TRAS LA TEMPESTAD Después de la tempestad que generó el expediente Penta, con numerosos casos de corrupción y malas prácticas financieras, casi siempre de políticos o influyentes hombres de negocios de la derecha, el mapa cambió. Los problemas de Bachelet con su familia y de por lo menos dos ministros que no fueron transparentes en sus respectivas trayectorias, revirtieron el panorama. Fue cuando la derecha tomó un segundo aire, beneficioso para Piñera. Desde entonces y con el favor del control casi absoluto de los medios de prensa más importantes del país austral, ni siquiera las alegres noticias del fútbol, con dos Copas América ganadas consecutivamente, aliviaron a la administración actual. El color rosa y de regocijo que se respiraba durante casi todo el año 2016 se encontró de pronto con algunas manchas en noviembre, cuando salieron a la palestra pública oscuros negocios en los cuales estaba involucrado Piñera. CHILE DUBITATIVO Hasta cierto punto, al momento actual, Chile en su esquema electoral se antoja dubitativo. Pero no se puede olvidar que en las pasadas elecciones municipales, la derecha dio un salto cualitativo y la ciudadanía emitió un voto de castigo a la centroizquierda. Por la parte de la Nueva Mayoría, la coalición de Gobierno, no ha surgido de momento un aspirante sólido que tenga el apoyo de partidos que van desde el centro muy moderado, hasta la izquierda de los comunistas. El debate en la […]

Piñera está muy enfermo, y de eso da cuenta su discurso al momento de ser declarado el presidenciable de los partidos de la derecha, que sea dicho de paso, también esos, al igual que Piñera, demostraron estar muy enfermos, por la corrupción. Piñera una vez más vuelca esa rabia, esa enfermedad, de pretender ser presidente de unos y no de otros, y busca el castigo para los otros y que estos sean sacrificados en la plaza pública. El culpable: el gobierno de la Nueva Mayoría. Así, Piñera busca sanarse, no a través de la experimentación política individual y colectiva de la vivencia y experiencia, sino más bien, destruyendo a ese chivo expiatorio que ha tocado sus intereses. El presidenciable ha sacado a la plaza pública a ese responsable para ser hecho cenizas por quienes le proclaman, y por quienes le asocian con Pinochet. Efectivamente, esos últimos están más enfermos, porque se toman de la palabra masiva para invocar el poder asesino que podría asumir Piñera, y que mediante el acto de proclamación le exigieron en las afueras del Museo de la Quinta Normal. El sentido del mal de Piñera radica en seguir con la porfía de dar a sus seguidores más de lo mismo, lo que es sabido, darle más de lo que no fue hecho en su anterior gobierno. En aquel relato no hay nada nuevo que contar. El enfermo trata de entregar remedios a los enfermos que le proclamaban. Ese fracaso que ya experimentó Piñera, y los suyos, sólo viene a testimoniar la ausencia que tienen del mundo real, del mundo que experimenta el trabajo. Piñera está enfermo, pero no experimenta dolor,  su enfermedad radica en la seriedad para hacerse cargo de su mundo, y en la frivolidad cuando pone distancia entre las carencias colectivas, y sus privilegios, los que por cierto son sólo suyos. Las palabras de Piñera en la proclamación fueron y trataron de parecerlo ¡tan moralizantes! que sólo invocaban ausencia de vida. Piñera mostró su enfermedad y que radica en la indiferencia radical que finalmente nos hace observar a un ser humano alejado de cualquier función social que le implique el desvío o la pérdida del norte individual, norte que busca finalmente para sus propias ganancias, y para nuevamente re-apropiarse de la confianza ciudadana que una vez creyó en un corazón sano que trató de salvar el medioambiente en la comuna de La Higuera, cuando en realidad, lo que buscaba era salvar sus propios bolsillos con la minera Dominga. Por tanto, Piñera no tiene presencia soberana, porque el pueblo no le reconoce como tal, y esa es parte de la base de su enfermedad. Él sabe que carece de legitimidad ciudadana, porque el pueblo no se la ha entregado, porque le conoce, sólo esos pocos que cuando gritaban Piñera, y que también invocaban al dictador, le reconocen como uno de los suyos. ¡Cuidado! Ese grupo no tiene ideas comunes, y menos visiones de futuro, sino más bien, sólo esa catástrofe inscrita en su pasado, y […]

 En los escasos 200 años de nuestras vida independiente como nación, las mujeres han sido las grandes ausentes en los pasajes históricos de nuestro país y su participación  en ámbitos sociales, culturales, económicos y políticos, se ha presentado en forma muy esporádica en registros de biografías de mujeres destacadas en algún área o la descripción de ellas como un estereotipo como cuando hablamos de la mujer campesina.  Y como no si la opresión masculina se ha visto hasta en la historiografía  en manos de historiadores y escritores hombres, solo denunciado con la llegada de los años 60. Por tanto, que gran valor tiene la  Exposición fotográfica organizada por el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, que narra las distintas luchas que han llevado a cabo las mujeres de Chile para reivindicar sus derechos sociales y políticos desde el siglo XIX hasta nuestros días. Como es el ejemplo de Antonia Tarragó, fundadora del colegio Santa Teresa en 1872, quien solicitó al Consejo Universitario que se validara a las alumnas egresadas, para su ingreso a la universidad, esto llevó a que cinco años más tarde se dictara el Decreto Amunátegui, que reconoce en Chile la igualdad de derechos  a cursar estudios universitarios a mujeres y hombres. La muestra, que cuenta con 78 fotografías, se divide en cuatro temporalidades de la historia de Chile: Mujeres a fines del siglo XIX; Hacia la Emancipación 1900-1950; Las Ciudadanas 1964-1973; y Mujeres por la Democracia, cuyo relato da cuenta de las trascendentales reivindicaciones y derechos obtenidos en materia educacional, electoral, laboral y organizacional. Concepción, Talcahuano, Valparaíso y Santiago fueron las ciudades elegidas por las mujeres que a fines del siglo XIX se desplazaron del campo en busca de mejores condiciones de vida que les podía ofrecer la naciente industria textil y alimentaria de esos años, que las  llevó también a la explotación y precarios sueldos, donde la mayor parte de ellas quedó empleada en lavanderías, servicios domésticos y otras ejerciendo la prostitución. Mientras que las mujeres que provenían de la aristocracia y con mayores niveles de educación realizaban el intento de participar en política. Es el  caso de Martina Barros, considerada como la primera intelectual chilena y una de las precursoras del feminismo en Chile; traductora de The subjection of Women, de John Stuart Mill, motivó la autonomía y la libertad entre las mujeres. Además dentro de su círculo social logró instalar discusiones sobre la educación de las mujeres y el voto femenino. Mientras que en 1875 un grupo de mujeres de San Felipe trataron de inscribirse en los registros electorales, afirmando que “La constitución  de 1833 concedía el derecho de sufragio a los chilenos y que este término comprendía a los individuos de ambos sexos”.  Pero el sistema político les seguía negando su participación al dictar en 1884 una nueva ley de elecciones donde aparecía un listado de personas que no podían inscribirse como los dementes, los sirvientes domésticos, los procesados por crímenes y  por quiebra fraudulenta y las mujeres. El trabajo […]

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