Un escenario pesimista para el ejercicio ciudadano esperan los analistas que verán confluir el fin de semana las elecciones primarias, un partido histórico y la decepción de la sociedad por la clase política.
Cuando se piensa que el principal factor de abstención en las primarias de este fin de semana son los partidos de la final de la Copa Confederaciones, se han relativizado otros fenómenos ya conocidos como los fantasmas de las elecciones pasadas. En tal sentido, los analistas esperan que de un padrón que abarca a casi la totalidad de los 13 millones de chilenos aptos para votar (sin contar los 20 mil votantes en el extranjero), con suerte se acerquen a ejercer el sufragio de las primarias menos de un millón de ciudadanos.
Falta de interés, las bajas temperaturas, la ausencia de una vitrina política de los candidatos y un discurso que considera cada vez más impopular y desligitimada a la política, parecen ser el abono de esta cosecha qué tendrá su climax durante el partido de Chile y Alemania por la Copa Confederaciones a las 14 horas. «Todos los candidatos anticipan un triunfo en redes sociales el día que se juegan dos partidos por la final y que espera repetir una abstención del 80% de los electores de las pasadas elecciones municipales. Pero si se cumplen las expectativas de menos del 10% del padrón total, unas 800 mil personas, se abren espacios para que los triunfadores sean los candidatos menos sospechados», cree Mauricio Morales, académico de la Universidad de Talca.
Mientras tanto, los candidatos interesados llaman a votar temprano y quedar libres para ver el partido a la hora de almuerzo, cosa poco realista considerando la tendencia reciente y el temor de quedar obligados a ser vocales de mesa. En esto coincide la licenciada en ciencias políticas y Relaciones Internacionales, Catalina Barrera, quien agrega que la suma de factores no altera un producto que viene cuestionado desde las elecciones anteriores.
Si a esto se suman los elementos anteriores y la falta de una mayor caja de resonancia causada por la falta de debates por parte de la Nueva Mayoría, el resultado es pesimista. «El proceso se verá marcado por los alicaídos y poco profundos debates que vimos en los últimos días. Si a esto sumamos la expectación por la final de la Copa Confederaciones probablemente asistamos a la consolidación histórica de las últimas elecciones: la abstención. Esto como consecuencia de una sociedad civil poco participativa y desafectada de una política que cautiva cada día menos», señala.
Un escenario para el que los mismos actores se han preparado con diversos llamados. Por un lado a recrear fórmulas de laboratorio para incidir en el resultado de las primarias o simplemente llamando a quedarse en casa, hacer el asado y dormir siesta, como arengó el precandidato Alejandro Guillier. Incluso a un nivel generacional se dará la paradoja del encuentro de la generación millennial -más comprometida con candidaturas iconoclastas como la del Frente Amplio- y la presencia gravitante de la tercera edad, cree Barrera.
«El alto nivel de abstención esperado estará gatillado por aquel voto blando e indeciso, principalmente decantado en la población más joven a nivel nacional, donde se encuentra el principal desencantado de la política y sus candidatos y quienes realizan el ejercicio de sufragio participativo. Este público, también se encuentra en una fase de indecisión y poco convencimiento de un candidato en específico», agrega.
Si los candidatos buscan generar un impacto, deberán esperar la jugada del voto estratégico, cree. «Aquí cabe la opción y decisión de apoyar al candidato predilecto, pero también «jugar» a apoyar a un candidato para “bajar” a otro. Este fenómeno podría eventualmente, ser objeto de análisis posteriores, en caso de ser significativo en las urnas. Finalmente, la participación electoral que exista el próximo domingo estará sustentada fundamentalmente por los militantes y, como se conoce históricamente, la siempre participativa tercera edad, grupo etario considerado como el voto duro del padrón electoral», adelanta la analista de la Universidad Academia de Humanismo Cristiano.
Santiago de Chile, 1 de julio 2017
Crónica Digital