El cantautor cubano Silvio Rodríguez anunció hoy el reinicio de sus conciertos en barrios populares del país, proyecto llevado al cine en un recién estrenado documental.
La comunidad San Antonio y el habanero parque de Santa Amalia serán los escenarios escogidos por el autor de Ojalá para retomar su «gira interminable», iniciada hace cuatro años en La Corbata.
Desde entonces llegará así a 60 conciertos en esta iniciativa, cuyos dos primeros años narró el realizador Alejandro Ramírez en su documental Canción de Barrio, estrenado ayer en el habanero Cine Chaplin.
El material fue largamente ovacionado, sobre todo porque logró captar los sentimientos que despertaba en la gente de barrio -los verdaderos protagonistas- el hecho de que Silvio actuara para ellos.
La cinta recorre dos años y 34 conciertos, del 9 de septiembre de 2010 hasta el 9 de septiembre de 2012, y entre sus virtudes destaca el mostrar una Habana que parece oculta, aunque está ahí día a día.
Cineastas como Fernando Pérez y Eduardo del Llano elogiaron la factura del documental, sobre todo por cómo da un nuevo significado a canciones que significan mucho para generaciones de cubanos.
«La gente me puede decir que le gusta, que está bueno, pero me dijeron que hice un documental importante para este momento, y eso significa mucho para mí», declaró Ramírez tras la premiere.
En conversación previa con Prensa Latina, el joven realizador confesó que esperaba un impacto social, al menos para evitar que esos barrios cayeran nuevamente en el olvido.
«Hubo una intención de darle seguimiento a esos conciertos, pero no funcionó. Ojalá el documental ayude a que se sigan acordando de esa gente», afirmó.
El documentalista explicó que una empresa como esa requería esfuerzo, recursos, pero sobre todo una voluntad que otros factores, artísticos e institucionales, no han tenido.
Sin embargo, el hecho de que el trovador acudiera a barrios como Pogolotti o La Corea para cantar su poesía tuvo un impacto no solo en la espiritualidad de sus habitantes, sino en su entorno social.
«Problemas que llevaban años sin resolver fueron solucionados en 24 horas, no más saberse que Silvio cantaría en el barrio», afirmó Mónica Rivero, autora de un libro sobre estas presentaciones.
La Habana, 29 de agosto 2014
Crónica Digital / PL
