La reacción gubernamental contra el ataque al Estado Mayor del Ejército en Damasco frenó una ofensiva de las bandas armadas que incluía un incremento de las acciones para tomar la norteña ciudad de Alepo, consideran hoy comentaristas políticos.
El desarrollo de los acontecimientos aquí en la última semana intentaba marcar pautas para una evolución de la situación en esta nación del Levante, según se infiere de declaraciones y los propios hechos, aseguran diferentes fuentes en el país.
Recientemente, elementos de la supuesta dirección del llamado Ejército Libre Sirio anunciaron el traslado de sus sedes de comando desde las bases en territorio turco hasta lugares sin precisar en Siria.
Esta semana algunos voceros de los grupos irregulares hablaron del inicio de una nueva ofensiva contra la capital del país y el llamado pulmón económico sirio en la ciudad de Alepo, cercano a la frontera con Turquía.
El pasado miércoles, en una operación de evidente factura de los servicios secretos occidentales, un comando de cerca de 40 elementos armados atacó la sede del Ejército en una acción simultaneada con dos explosiones de coches bomba.
Alejado a unos 40 metros de la entrada de la sede gubernamental, una explosión de distracción, ocurrida en el interior, pero pegada a las cercas, puede haber favorecido la entrada del comando que algunos dicen que llegó al lugar a bordo de ómnibus usados por personal del centro.
Este grupo logró avanzar y penetrar hasta los pisos superiores del edificio que colinda con la céntrica plaza de Los Omeyas, lo que se infiere por el intenso intercambio armado que ocurrióro allí y que constató Prensa Latina en el lugar, y cuyo objetivo era eliminar a los altos mandos castrenses.
Al concluir el enfrentamiento y la aniquilación de los comandos, que por lo que se escuchó en la cercanía estaban bien armados y dotados de granadas de fragmentación, entre otros medios, el ministro de Información de Siria, Omran al-Zoubi, adelantó una versión oficial.
El ministro de Defensa, general Fahd Jassem al-Freij, o cualquiera de los líderes militares del país no resultaron dañados en los atentados terroristas que tuvieron lugar esta mañana cerca del Estado Mayor en Damasco, dijo el titular.
Agregó que las noticias difundidas por algunos sitios webs y canales satelitales sobre la lesión de ministro de Defensa o cualquiera de los comandantes militares eran falsa, lo que evidencia la preparación de ese incidente y sus posibles fines.
La fuente aseguró también que ningún organismo gubernamental o el Consejo de Ministros fueron blancos de acciones terroristas, lo que pudo ser indicativo de que algo se intentó como parte del plan.
También informó al-Zoubi que la sede de la Televisión Nacional y su personal trabajaban bien y que no habían sido afectadas por los hechos. Esas instalaciones están a escasos 100 metros de la plaza atacada.
Ese mismo día, la organización terrorista Jabhat al-Nasra, vinculada a la red Al-Qaeda, se atribuyó la responsabilidad de los hechos, los que por su factura y forma de ejecución dan pie a diferentes análisis sobre su proyección por servicios especiales de países occidentales, consideran círculos diplomáticos y sirios que solicitaron el anonimato.
Las mismas fuentes opinaron, incluso, que con esta acción se trató de mostrar el avance de un proceso de sedición de parte del Ejército contra el presidente Bashar al-Assad, algo que Occidente nunca dejó de alentar.
El fracaso de esta parte del plan que debió avanzar en Damasco, sin embargo, se ejecuta hoy en la ciudad de Alepo, donde en las últimas horas aparentemente se intensificaron las acciones de guerra.
Algunos medios hablan de combates «de una intensidad nunca vista hasta el momento y en varios frentes», lo que coincide con las violentas respuestas dadas por las autoridades en los últimos días contra camiones cargados de armas y el avance de efectivos armados con abundantes vehículos artillados con ametralladoras hacia esa urbe industrial.
Informes oficiales de las últimas horas de este viernes indican que se registran violentos enfrentamientos en esa plaza, donde el Gobierno y las bandas irregulares, apoyadas desde el exterior, parecen librar una batalla decisiva.
Damasco, 28 septiembre 2012
Prensa Latina