La vigencia del ejemplo del poeta guerrillero peruano Javier Heraud destacó en un homenaje que le fue rendido en la Universidad Mayor de San Marcos, a 50 años de su muerte en la selva.
Al tributo organizado por los centros de Estudiantes de la Facultad de Letras y la especialidad de Literatura, asistieron viejos compañeros del eterno poeta joven, las embajadoras de Cuba, Juana Martínez, y Nicaragua, Marcela Pérez Silva, otras personalidades y numerosos jóvenes.
Uno de los expositores fue Héctor Béjar, quien fuera comandante del destacamento guerrillero de Heraud, muerto a tiros en un incidente fortuito en Puerto Maldonado, cuando el grupo se internaba clandestinamente en territorio peruano desde Bolivia.
«La imagen de Javier continua viva, su moral revolucionaria, su ética de hombre bueno, inteligente y sensible es hoy un ejemplo a seguir ante el sombrío panorama de nuestro país», señaló el sociólogo, investigador y catedrático universitario.
Destacó la importancia de la estancia de Heraud en Cuba, donde en 1962 compartió el entusiasmo revolucionario del pueblo, el lanzamiento de la Segunda Declaración de La Habana y la Crisis de Octubre, ante la cual participó como un cubano más ante un inminente ataque estadounidense. Señaló que esa experiencia fue decisiva para la evolución ideológica de Heraud y su decisión de emprender la lucha insurreccional en su país.
También participaron en el homenaje los poetas Hildebrando Pérez Grande y Arturo Corcuera, ambos ganadores del premio Casa de las Américas, y Cecilia Heraud, hermana del poeta guerrillero.
«Celebremos la relampagueante vida de Javier Heraud, antes que los 50 años de su asesinato imperdonable en medio del río Madre de Dios», dijo Pérez Grande al abrir el tributo a quien muchos consideran el eterno Poeta Joven de Perú.
Señaló que Heraud marca un momento excepcional de la poesía hispanoamericana por su temprana madurez estilística, la solvencia de su lenguaje poético y el humanismo que emana de sus versos claros y sencillos sobre el autor de los poemarios El río, El viaje y Estación reunida.
Corcuera presentó un emotivo testimonio de su gran amistad con el poeta guerrillero, con pasajes de las experiencias compartidas.
Cecilia Heraud relató pasajes de la vida familiar y de sus viajes a Moscú y París, y leyó cartas que su hermano enviaba a sus padres desde La Habana, antes de su regreso a Perú «para recuperar la primavera» que, según dijo, «aun le debemos a nuestros pueblos».
Lima, 16 de mayo 2013
PL