Un día como hoy, pero hace 39 años, fueron detenidos por la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA) los últimos miembros activos de la primera Dirección Nacional Clandestina del Partido Socialista de Chile, encabezada por Exequiel Ponce, Ricardo Lagos Salinas y Carlos Lorca Tobar; quienes junto a Ariel Mancilla, Carolina Wiff, Michelle Peña, Víctor Zerega, Arnoldo Camú, Eduardo Charme, Sara Donoso, Mireya Rodríguez, Rosa Solís, Juan Hernández Zaspe y tantos otros dieron su vida por recuperar la democracia y la paz en nuestro país en el marco de la incansable represión que vivió el pueblo chileno durante 17 años.
Lucharon hasta su último aliento por alcanzar una sociedad con mayor justicia social, solidaridad e igualdad en donde pudiese caminar el hombre libre sin temor alguno por sus creencias o ideologías.
Es por esto que como Dirección Nacional de la Juventud Socialista de Chile hacemos un homenaje a nuestros compañeros y compañeras que fueron capaces de ejercer la práctica política frente las adversidades que vivieron bajo la represión comandada por Augusto Pinochet y sus secuaces; demostrando así una profunda convicción por sus ideales para seguir haciendo más justa la vida en nuestra patria.
Como jóvenes socialistas nos sentirnos orgullosos de poder ser herederos de tal legado, sin mayor tarea que la de cumplir con las convicciones, sueños e ideas que nos dejaron estos y tantos otros compañeros y compañeras que perdimos en la lucha por un Chile mejor. Es así que reivindicamos una vez más su lucha, historia y legado, de la cual nos sentimos parte y seguiremos avanzando, resueltos a vencer día a día los abusos del sistema neoliberal en el que vivimos.
Asimismo, es que exigimos verdad y justicia por nuestros compañeros y compañeras caídos durante la dictadura militar, porque la única manera de poder avanzar por una sociedad más justa e igualitaria en nuestro país es mediante el reconocimiento, repudio y castigo sobre los asesinos, torturadores y cómplices de la persecución política realizada por el Estado y los militares del país desde el Golpe Militar de 1973 hasta la vuelta de la democracia en 1988.
Porque no hay perdón ni olvido hasta que se esclarezcan los destinos de Carlos Lorca, Exequiel Ponce, Ricardo Lagos Salinas y tantos otros de los cuales aún no sabemos su destino, luego de 39 años de haber sido detenidos, por simplemente pensar un Chile en donde se abrirían las grandes alamedas por donde pasaría el hombre libre, para construir una sociedad mejor.
Santiago de Chile, 25 de junio 2014
Crónica Digital