Chile terminó recogido y con el enfado de irse de la Copa Mundial de Fútbol con una amarga victoria moral, pero La Roja se ganó la ovación de su gente y la confianza en el futuro.
Después de vibrar intensamente las emociones durante 120 minutos, la lotería de los penales lanzó a los chilenos a la lona, con el agravante de que primero el travesaño y luego el palo izquierdo se atravesaron en el camino.
El ambiente de fiesta y celebraciones dio paso a la pesadumbre y la tristeza. Los propios comentaristas de los canales 13 y Tvn, que transmiten el torneo, no podían esconder un par de lágrimas y voces entrecortadas.
La imagen del llanto se hacía dramática en el caso del líbero Gary Medel, el «Pitbull», que fue a la cancha lesionado y estuvo casi todo el partido. «Soltamos la piel, lo dimos todo, no es justo», confesó.
Nos vamos con la frente en alto, pero igual nos sentimos impotentes, declaró el arquero Claudio Bravo, de gran actuación hoy.
De todas formas y no obstante los llamados de los medios locales a sentir admiración y respeto por la hazaña de La Roja, pocos chilenos se mantenían en las calles en el inicio de una noche que se antojaba larga y con pesadillas.
Les sobró garra, entrega, corazón, merecieron más … esperaremos hasta la Copa América, comentó Sergio, un vendedor ambulante en referencia a la lid continental que se efectuará enChile en 2015.
Demasiada fortuna para un Brasil que hizo muy poco, comentó a su turno Manuel, recepcionista de un céntrico edificio de Santiago que no cesaba de recordar el disparo de Mauricio Pinilla al minuto 119 que se estrelló en el travesaño.
Al final, Brasil siguió como Bestia Negra de La Roja y extendió a cuatro sus éxitos sobre los chilenos en Copas Mundiales. En la semifinal de 1962 y octavos de 1998, 2010 y ahora 2014.
Santiago de Chile, 30 de junio 2014
Crónica Digital / PL