El papa Francisco partió hoy desde el aeropuerto José Martí, de esta capital, hacia la oriental provincia de Holguín, donde realizará la segunda etapa de su visita apostólica de cuatro días.
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Desde la pista área despidió al Papa el presidente del Parlamento, Esteban lazo.
En esa localidad el sumo Pontífice oficiará la segunda de tres misas en Cuba, país que lo acoge con afecto, respeto y hospitalidad.
Es la primera vez que un Papa visita esa provincia, una de las de mayor población del país.
En la jornada, en horas de la tarde, Su Santidad tiene previsto desde la Loma de la Cruz bendecir a la ciudad de Holguín en una sencilla ceremonia que quedará para la historia de todos sus pobladores.
La víspera, el papa Francisco llamó a los jóvenes cubanos a soñar, forjar la amistad social y construir una cultura del encuentro, para así alcanzar la grandeza de la patria.
En una actividad efectuada en la entrada del Centro Cultural Félix Varela, Su Santidad subrayó que un joven que no es capaz de soñar esta clausurado en sí mismo.
A veces soñamos cosas que no van a suceder, pero pueden desear, buscar horizontes y abrirse, insistió.
Su Santidad se reunió con sacerdotes, religiosos, religiosas y seminaristas en la Catedral de La Habana y los exhortó a mantenerse en unidad y alegría sin instalarse en «pequeñas chacras» que rompen el rostro multiforme de la iglesia.
Rechazó situaciones que desembocan en tristeza individualista la cual, poco a poco da lugar al resentimiento, la queja continua y la monotonía.
También, el papa Francisco visitó la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús y San Ignacio de Loyola, sede de los jesuitas en Cuba, donde saludó a los fieles congregados y pueblo en general.
En una estancia breve, sorpresiva, pero sin dudas inolvidable, Su Santidad entró al recinto religioso y admiró la majestuosidad del lugar, al marcharse del lugar la vecindad coreaba su nombre y con pancartas con mensajes escritos a mano le expresaba su afecto y respeto.
Momentos antes, el Sumo Pontífice recibió de mano del presidente cubano, Raúl Castro, un Cristo Crucificado, una obra colosal del artista de la plástica de la isla caribeña Alexis Leiva (Kcho).
Su Santidad le reciprocó con un mosaico de la «Virgen de la Caridad del Cobre», realizado por artistas del Estudio del Mosaico de la Fábrica de San Pedro.
El intercambio aconteció tras una reunión en privado entre ambos jefes de Estado.
Con anterioridad, Su Santidad se entrevistó con el líder histórico de la Revolución Cubana, Fidel Castro.
Ambos abordaron temas de la situación internacional y de los problemas ambientales.
En la mañana -ante una multitud de creyentes y pueblo en general -Su Santidad ofició una multitudinaria misa en la Plaza de La Revolución. En su homilía, el primer Papa latinoamericano destacó los valores del pueblo cubano, que -dijo- tiene gusto por las fiestas, la amistad y las cosas bellas. Un pueblo que camina, canta y halaga, que tiene heridas como todos, pero que sabe estar con los brazos abiertos, subrayó.
Es un pueblo que marcha con esperanza, porque su vocación es de grandeza, así la sembraron sus próceres, afirmó el jefe de la Iglesia Católica.
Aprovechó la oportunidad para hacer un llamado a sostener los esfuerzos por una definitiva reconciliación en Colombia, al tiempo que agradeció a su par cubano, Raúl Castro, su apoyo en el empeño de alcanzar la paz en esa nación suramericana.
Me siento en el deber de dirigir mi pensamiento a la querida tierra de Colombia consciente de este momento en que sus hijos, con esfuerzo renovados y movidos por la esperanza, buscan construir una sociedad de paz, expresó el tercer papa que visita la mayor de las Antillas.
La Habana, 21 septiembre 2015
Crónica Digital / PL
