La presidenta brasileña, Dilma Rousseff, afirmó que el juicio político contra ella en la Cámara de Diputados constituye un golpe debido a la falta de evidencias.
La Constitución es clara en la prever el enjuiciamiento político en caso de violación del delito de responsabilidad fiscal, lo cual no se aplica conmigo, que no he cometido crimen alguno, resaltó Rousseff en la inauguración un tramo del metro (tren subterráneo) de Salvador, la capital del estado de Bahía.
No hay ninguna base legal contra mi persona, porque tengo una vida intachable en mi pasado y mi presente no hay ningún cargo establecido en mi contra, subrayó al considerar que no querer a un presidente, elegido en las urnas, buscar acortar su mandato y perder elecciones de manera sistemáticas no son argumentos previstos en la Carta Magna.
Puntualizó que los defensores del juicio político trabajan y apoyan esa tesis de «cuanto peor, mejor». «Es peor para el pueblo brasileño y mejor para unos pocos», señaló.
La mandataria se pronunció por la necesidad de aunar fuerzas para asegurar la retomada de crecimiento de la economía, crear nuevos puestos de trabajo y mejorar el nivel de vida de la ciudadanía.
Alertó sobre la importancia de que los políticos pongan por delante de sus ambiciones particulares, los intereses de Brasil.
Además de dejar inaugurado un tramo del metro de Salvador, la presidenta entregó en otro acto siete mil 555 nuevas viviendas del programa Mi casa, Mi vida, construidas en los municipios de Camaçari, Juazeiro, Simões Filho, todos ubicados en Bahía, así como en Brasilia y que benefician a 30 mil personas.
Brasilia, 23 de diciembre 2015
Crónica Digital / PL
