Los bombardeos de la coalición liderada por Arabia Saudita provocaron en Yemen alrededor de dos tercios de las 361 bajas civiles reportadas en febrero, advirtió hoy la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
El portavoz de la oficina Rupert Colville aseguró a la prensa en Ginebra que los ataques aéreos extranjeros dejaron 117 muertos y 129 heridos en el país de la Península Arábiga, donde las víctimas fatales el mes pasado ascendieron a 168 y los lesionados a 193.
Yemen sufre un conflicto entre los rebeldes chiitas de la tribu huti y el Gobierno, que escaló en marzo de 2015 con el comienzo de los bombardeos anti-insurgentes de los sauditas y sus aliados sunitas.
Según Colville, la capital Sanaa presenta las mayores afectaciones por las incursiones de la aviación foránea.
En noviembre pasado vimos una reducción en las bajas por esos ataques, pero desde entonces hay un incremento significativo, lamentó.
De acuerdo con la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, desde el pasado 26 de marzo, está documentada la muerte en Yemen de tres mil 81 personas, mientras cinco mil 733 resultaron heridas, datos que no incluyen a los combatientes.
Uno de los peores incidentes registrados por los bombardeos de la coalición tuvo lugar el 27 de febrero, cuando 39 civiles, entre ellos nueve niños, perdieron la vida y 33 sufrieron heridas en un mercado capitalino,
Se trata del número más alto de seres humanos asesinados en un solo ataque aéreo, después de los 41 masacrados en otro mercado de Sanaa, hace cinco meses, precisó Colville.
Arabia Saudita intenta con sus bombardeos evitar la influencia en Yemen de Irán, potencia regional chiita que apoya a los rebeldes.
La víspera, el Consejo de Seguridad de la ONU analizó la situación del país de la Península Arábiga e insistió en la urgencia de que los huti y el Gobierno retornen a la mesa de diálogo para encontrar una salida política a la crisis.
El secretario general adjunto de Naciones Unidas para los Asuntos Humanitarios, Stephen OBrien, insistió en el devastador impacto del conflicto en la población civil y en particular los niños.
Urge que las partes enfrentadas cumplan con las leyes internacionales humanitarias y garanticen la protección de las personas inocentes, quienes sufren por los bombardeos indiscriminados y las balaceras, dijo en el órgano de 15 miembros.
OBrien recordó que los hospitales, las escuelas y las viviendas no pueden sufrir ataques, «lo cual se viola en Yemen, en detrimento de las leyes internacionales humanitarias, esto resulta inaceptable».
Datos de la organización reflejan que el 80 por ciento de la población yemenita, unas 21 millones de personas, necesita asistencia.
El funcionario destacó los esfuerzos de agencias de la ONU y sus socios para llevar ayuda a los seres humanos afectados, pese a la situación en el terreno.
Naciones Unidas, 4 de marzo 2016
Crónica Digital / PL