La Oficina del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos publicó hoy un nuevo reporte sobre el impacto del conflicto de Ucrania en la población, texto que refleja impunidad ante los asesinatos y otros atropellos.
Según el informe, que cubre la situación desde enero de 2014 hasta mayo de 2016, todas las partes enfrentadas son responsables de crímenes, como el bombardeo contra zonas civiles, «sin que nadie asuma la responsabilidad por la muerte de inocentes durante las hostilidades».
Elaborado por una misión de derechos humanos desplegada por Naciones Unidas en territorio ucraniano, el documento refleja la advertencia de que algunos hechos pudieran constituir crímenes de guerra.
Un golpe de Estado apoyado por occidente en febrero de 2014 llevó al derrocamiento de Víctor Yanukovich y al poder a autoridades guiadas por la hostilidad hacia la vecina Rusia y las minorías del sureste, generando una rebelión en Donetsk y Luhansk, donde los insurgentes declararon repúblicas independientes.
Pese a los acuerdos logrados en Minsk, Belarús, el año pasado, la situación sigue tensa, con el riesgo, según la ONU, de que se prolongue el conflicto, con peores consecuencias en los próximos años.
El reporte del Alto Comisionado para los Derechos Humanos recoge más de 60 casos específicos de asesinatos de civiles y de personas protegidas por las leyes internacionales humanitarias, entre ellas las que se encuentran bajo custodia.
«Una cantidad significativa de seres humanos han sido ejecutados de manera sumaria o muerto bajo custodia, la mayoría de los hechos ocurridos en 2014 y principios de 2015», precisa.
En ese sentido, acusa a las fuerzas ucranianas de atacar a personas por una supuesta afiliación a los grupos rebeldes de Donetsk y Luhansk o por una alegada postura pro-rusa, mientras atribuye a los federalistas igual conducta contra individuos contrarios a la independencia de esos territorios del Donbass o alineados al lado de las tropas de Kiev.
Asimismo, subraya que criminales se han unido a las partes en conflicto, generando «una desenfrenada ley de las armas y de la violencia contra los civiles, especialmente los que no cumplen sus órdenes».
Según el informe, siguen sin justicia actos de violencia como las protestas del Maidán, relacionadas con el golpe de Estado de febrero de 2014, y la masacre de Odessa, donde el 2 de mayo de 2014 grupos radicales aliados a los golpistas ultimaron a medio centenar de personas e hirieron a otras 200.
La Oficina del Alto Comisionado afirma en el texto, el decimoquinto que publica sobre la crisis ucraniana, que aunque el Gobierno ha procesado a algunos de sus partidarios por ejecuciones sumarias, las investigaciones suelen marchar con lentitud o de una manera preconcebida, para que los responsables escapen de la justicia.
Naciones Unidas, 14 de julio 2016
Crónica Digital / PL
