La presidenta Cristina Fernández relevó hoy del secreto de Estado al exjefe de contrainteligencia Antonio Stiusso, por lo cual puede ser citado a declarar sobre la muerte del fiscal Alberto Nisman, con quien mantuvo estrecha vinculación.
Así lo confirmó el actual director del Servicio de Inteligencia, Oscar Parrilli, quien asumió el cargo luego que la mandataria renovó toda la cúpula de los servicios secretos del país el pasado diciembre.
«Lo vamos relevar del secreto de Estado desde 1972 hasta enero de 2015», afirmó Parrilli. Con esto, el exfuncionario ya puede prestar declaración y ser interrogado ante la justicia.
«Eso tiene que ver con mucho, no sólo con esta causa en específico; tiene que ver con empresarios, con medios de comunicación, queremos que cuente todo», remarcó el jefe de Inteligencia.
Respecto a imputaciones de la oposición, que cuestionó por qué el Gobierno no lo hizo antes, el funcionario señaló: «Estamos convencidos de que tenemos que hacer las cosas cuando las tenemos que hacer».
Parrilli también opinó por qué la Presidenta decidió primero remover la cúpula del servicio secreto (en diciembre) y ahora con un proyecto en debate en el Senado resolvió desintegrarlo y estructurar un nuevo órgano.
«Nos preguntan por qué ahora, que nos quedan nueve meses de mandato. Y yo contesto que nos quedan nueve meses y cuatro años más, porque este proyecto va a seguir gobernando Argentina a partir de diciembre de 2015», consideró Parrilli.
En cuanto a la investigación de la muerte de Nisman gira un torbellino de reportes periodísticos, comentarios algunos desaforados y malintencionados contra el Ejecutivo y, sobre todo, mucha especulación.
Lo mas reciente que salió a relucir este jueves es que la caja de seguridad del occiso estaba vacía, según informaron fuentes judiciales citadas por los medios de difusión.
La jueza Fabiana Palmaghini, quien preside la causa, había ordenado esta mañana abrir ese dispositivo como parte del registro domiciliario, pero no se hallaron datos.
Incluso, aunque sin confirmación oficial, los medios señalan, siempre citando fuentes sin identificar, que el peritaje realizado al teléfono de Nisman reveló que muchas de las llamadas que recibió antes de morir la noche del sábado 17 fueron de Stiusso.
El exagente fue quien suministro la información y guió al fiscal en la investigación que realizaba desde 2004 en la causa del atentado en 1994 de la asociación judía AMIA.
Durante toda la pesquisa insistió en acusar a cinco ciudadanos iraníes y un libanés, pero se negó a interrogarlos cuando existió la posibilidad por el Memorando de Entendimiento con Irán.
Sobre Stiusso se comenta y publica mucho, entre otros elementos, que estaba estrechamente ligado con la CIA en particular y con el servicio israelí Mossad, interesados en mantener la acusación contra Teherán, y que se puso a maniobrar contra la Presidenta luego se pactó el Entendimiento con Irán.
Buenos Aires, 5 de febrero 2015
Crónica Digital / PL