A los 22 años y con una carrera de papeles menores en edades tempranas, el actor chileno Agustín Silva se mostró sorprendido y feliz por la nominación al Premio Goya de la película Aquí no ha pasado nada.
Le tocó hacer por primera vez de protagonista principal en la cinta de Alejandro Fernández Almendras y los éxitos han rebasado las expectativas.
En entrevista con Prensa Latina, Silva se manifestó exultante por la nueva andadura del largometraje, que además estará en competencia en el 64 Festival Internacional de Cine de San Sebastián del 16 al 24 de septiembre.
«Ha sido una oportunidad tremenda en un film que espero genere un debate importante enChile, porque parte de un hecho real. Igual tengo la esperanza de que sea bien visto entre las candidatas al Premio Goya», apuntó.
Antes, Aquí no ha pasado nada fue recibida con entusiasmo en la Berlinale de este año, elegida para el Festival Sundance y Fernández Almendras resultó el Mejor Director en el Santiago Festival Internacional de Cine de Santiago (Sanfic 12).
Silva debutó a los 14 años en La Nana (2009), la película de su hermano Sebastián Silva. Desde entonces, ha actuado en casi todos sus trabajos: Magic Magic (2013), Crystal Fairy (2013) y Nasty Baby (2015).
A otra pregunta de Prensa Latina en relación con un desafiante duelo actoral que tiene en la cinta con Luis Gnecco, como abogado de una muy poderosa familia, reconoció que fue un enorme reto.
«Quedé atrasadísimo en el diálogo con Gnecco, me absorbió demasiado. Era muy difícil ignorarlo (…) había como un sexto sentido en el ambiente. Fue un impacto doble, como actor y para el propio personaje», confesó.
Aquí no ha pasado nada resume con ritmo frenético y modernidad en el lenguaje cinematográfico, un caso que sacudió a la sociedad chilena en 2013 sobre el accidente en estado de ebriedad de Martín Larraín, que costó la vida a otro joven.
El valor de la vida para jóvenes adinerados y muy ricos (Larraín, en la vida real hijo de una influyente familia), la justicia, el alcohol y las drogas como parte intrínseca de la sociedad son asuntos que aborda con valentía la película.
«Es un tema muy provocador, tratado de forma más bien desordenada para que genere un debate al respecto, una reflexión. Es una provocación genuina, inquietante, pero con buenas intenciones», consideró Silva. Espero que mi carrera actoral se impulse con esta cinta, que ojalá logre el impacto deseado en el público chileno y sirva también al análisis de la sociedad actual en el mundo, concluyó Silva.
Por Fausto Triana
Santiago de Chile, 14 de septiembre 2016
Crónica Digital