Las emisiones del XFEL poseen una longitud de onda de 0,8 nanómetros, unas 500 veces más corta que la de la luz visible y en su primera emisión logró una tasa de repetición de un pulso por segundo, que más adelante se incrementará hasta 27 mil.
Esas pulsaciones son tan breves e intensas que permitirán a los investigadores tomar fotos de estructuras y procesos que suceden entre los átomos.
Según expertos, el instrumento ayudará a desarrollar nuevas terapias o entender mejor la base de ciertas enfermedades.
También prevén utilizarlo en la investigación de procesos químicos y técnicas catalíticas para mejorar su eficiencia o hacerlas más respetuosas con el medio ambiente.
La luz láser de rayos X del XFEL europeo fue generada a partir de un haz de electrones de un acelerador superconductor lineal, el componente clave del sistema.
Berlín, 8 mayo 2017
Crónica Digital /PL