En menos de dos días, Bolivia cumplió con la promesa de su presidente, Evo Morales, y devolvió a Chile a dos carabineros apresados el viernes, pero el gesto motivó resquemores del país austral.
Según La Paz, los detenidos ingresaron 7,5 kilómetros en territorio boliviano sin autorización alguna; resistieron a la voz de alto y trataron de huir; ingresaron en un vehículo sin póliza de importación y portaban armas de fuego.
Sin embargo, el mandatario boliviano adelantó el sábado que el suboficial de Carabineros Jaime Díaz Pezo y el cabo segundo Nicolás Morales Manríquez, serían liberados sin procesamiento judicial, como ocurrió este domingo.
Los uniformados regresaron a Chile por el norteño paso fronterizo Chungará-Tambo.
De acuerdo con fuentes bolivianas, los carabineros tomaron un avión en Uyuni que los llevó hasta Oruro. De ahí siguieron por tierra al paso fronterizo Chungará-Tambo Quemado, y tras la firma de un acta de entrega quedaron libres.
Morales no desaprovechó la ocasión para recordar que hace pocos días la justicia chilena sentenció por robo y contrabando a dos militares y siete aduaneros bolivianos, quienes permanecieron tres meses encarcelados y finalmente fueron expulsados de este país.
Al respecto, la Cancillería de Chile difundió un comunicado en el cual volvió a la carga contra el mandatario de la nación del altiplano por la supuesta «instrumentalización de situaciones fronterizas para fines propagandísticos».
Recalcó que tan pronto se produjo la detención de los Carabineros, el Gobierno de Chile, a través de los canales diplomáticos, realizó gestiones para obtener acceso a ellos y su pronta libertad.
Para tales efectos, invocó la aplicación del Acuerdo bilateral para la Cooperación, suscrito en noviembre de 2008 para la mutua cooperación entre Carabineros de Chile y la Policía Nacional de Bolivia.
Luego de detallar de forma pormenorizada el caso y con críticas incisivas, remarcó que no es comparable con el de los nueve ciudadanos bolivianos detenidos en Chile.
«El Gobierno de Chile siempre ha estado a favor del diálogo sobre asuntos concretos de la relación fronteriza, incluyendo el combate al narcotráfico y el contrabando», puntualizó.
«Ayudaría en este sentido el cese de la hostilidad del Gobierno de Bolivia hacia el pueblo chileno y sus autoridades, para así dar credibilidad a los eventuales acuerdos fronterizos que se concluyan», añadió.
Finalmente, señaló que la actual administración chilena se manifiesta disponible para avanzar en esas cuestionas y lograr entendimientos sobre los mismos, «puesto que no son asuntos sometidos al conocimiento de la Corte Internacional de Justicia».
Los dos Estados libran en estos momentos sendas batallas en La Haya. La primera de Bolivia que exige una salida soberana al mar, y la otra de Chile que demanda el uso compartido del rio fronterizo Silala.
Santiago de Chile, 10 de julio 2017
Crónica Digital /PL