Una nota suscrita por el líder de la bancada del PT en el Senado Federal, Lindbergh Farias, señala que tal interpretación se ve reforzada por la amplia participación en las maniobras de efectivos de Perú y Colombia, ‘países ya alineados estratégicamente a esa superpotencia’. Además -enfatiza- en el corto plazo los ejercicios apuntan, sin dudas, a establecer presión sobre Venezuela, cuyo régimen se contrapone a los intereses norteamericanos en el subcontinente.
Amazonlog 17 transcurrirá hasta el próximo día 13 en la localidad amazónica de Tabatinga, ubicada a unos 700 kilómetros de la frontera con Venezuela, con la participación de alrededor de mil 500 militares brasileños, 150 colombianos, 120 peruanos y 30 estadounidenses.
Al respecto, el documento insiste en que la invitación cursada a fuerzas estadounidenses para concurrir al simulacro constituyó ‘una decisión inédita en la historia militar de Brasil, que causa profunda extrañeza’ y afirma que el cambio de paradigma estratégico del gobierno golpista representa un inaceptable retroceso.
En realidad, explica más adelante, esos ejercicios le siguen a una serie de iniciativas bilaterales que, en el entendimiento de la bancada petista, forman parte de una estrategia del gobierno ilegítimo de reaproximación subalterna a los Estados Unidos, tanto en el campo de la política externa, como en el de la defensa.
Concebido como un ejercicio militar de simulación de atención humanitaria en caso de catástrofes en la zona de la triple frontera (con Colombia y Perú), Amazonlog 17 contará también, según el jefe del Estado Mayor Combinado, general de brigada Antonio Manoel de Barros, con la presencia de observadores de más de 20 países.
Durante las maniobras se simularán la atención a víctimas de incendios forestales, terremotos, secas, inundaciones, accidentes con embarcaciones, así como la aplicación de medidas humanitarias para presuntos grandes desplazamientos humanos, como pudiera ser el caso de refugiados.
También se prestarán servicios de atención a la salud de la población ribereña y a comunidades indígenas de Brasil y de los países vecinos.
Brasilia, 7 de noviembre 2017
Crónica Digital /PL