También anunciaron la expansión del despliegue rotativo de unidades militares de Estados Unidos dentro y en los alrededores de Corea del Sur, así como comenzar de inmediato las negociaciones para que la nación asiática adquiera equipos de vigilancia de última generación.
Sin precisar cifras, Trump dijo que este país ya ordenó millones de dólares en armamentos.
La prensa sudcoreana se refirió sin dar detalles a las posibles compras de radares de vigilancia y ataque, barcos interceptores, patrullas marítimas y aviones de combate.
Ambos mandatarios declararon de manera pública que todas esas medidas buscan ejercer mayor presión sobre la República Popular Democrática de Corea (RPDC), para que desista de la tecnología nuclear y de misiles.
Según Moon, en las conversaciones él y Trump reafirmaron la intención de resolver por la vía pacífica el conflicto con Pyongyang, pero a la vez coincidieron en mantener ‘la fuerza apabullante’ sobre ese estado.
También respaldó las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, encaminadas a aislar a dicha a la RPDC.
Trump llegó hoy a Seúl procedente de Japón, como parte de una gira asiática que también lo llevará a China, Vietnam y Filipinas en busca de consenso para aumentar la presión sobre Pyongyang.
Ayer el primer ministro nipón, Shinzo Abe, le garantizó apoyo pleno a cualquier variante que tome al respecto.
China, por su parte, rechazó cualquier opción militar y reafirmó su postura de hallar en conjunto una salida dialogada a la crisis en la Península Coreana.
Corea del Norte sostiene que su proyecto nuclear y de misiles es el medio de defensa legítima para salvaguardar la soberanía nacional, y disuadir a Estados Unidos y sus aliados de provocar una nueva guerra.
Seúl, 7 noviembre 2017
Crónica Digital/PL
