Unas 200 personas se reunieron hoy en la “Ceremonia de Unidad” del Partido Progresista, cuyo origen se remonta a la candidatura presidencial de Marco Enríquez Ominami, y la Izquierda Ciudadana de Chile, colectividad que integró la Nueva Mayoría y el segundo Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet.
El evento estuvo encabezado por el presidente del Partido Progresista, Camilo Lagos, y por el último y el primer timonel de la Izquierda Ciudadana, Francisco Parraguez y Víctor Osorio respectivamente, quien además fue Ministro de Bienes Nacionales.
La ceremonia se inició con la instalación en el salón principal de la “Casa de la Unidad”, que será sede de la fuerza política, de dos cuadros de Radomiro Tomic y Rafael Agustín Gumucio, que se suman a las imágenes de Gladys Marín, Clotario Blest, Miguel Enríquez y otras importantes figuras de la izquierda y el progresismo. Lagos y Osorio explicaron que Tomic y Gumucio, que además fue el abuelo de Marco Enríquez, fueron figuras esenciales en promover la “unidad social y política del pueblo”, el compromiso de los cristianos con el cambio social, que dieron origen a la Izquierda Cristiana.
Posteriormente, fue suscrito el documento “Nuestro compromiso de unidad progresista: una herramienta para luchar por un nuevo Chile” (ver más abajo), a partir del cual se dio el paso de formalizar la unidad del PRO y la IC. Fue suscrito por el presidente del Partido Progresista, Camilo Lagos, y por los dirigentes de la colectividad Andrea Condemarín, Pedro Abarca, Ricardo Godoy, Luis Jara, y el presidente de la Juventud, Rodrigo Pinto.
Por la Izquierda Ciudadana de Chile firmaron su primer y último presidente, Víctor Osorio y Francisco Parraguez, acompañados por una delegación compuesta por su secretario general, Braulio Meza; Marcela Cepeda, ex Seremi en la Región de Atacama; Claudio Lara, ex Seremi en la Región de Los Ríos; Oscar Vega, ex Gobernador de Talca; Zayda Araya, fundadora de la IC en 1971 y hoy presidenta de Exonerados de Chile; Fabiola Asmad, que fue vicepresidenta de género del MAS; el Concejal de Maipú, Abraham Donoso; Freddy Campusano, ex candidato a Alcalde de Maipú de la Nueva Mayoría; Dagoberto Hernández, ex Jefe de Gabinete en la Secretaría General de Gobierno.
Entre el público podían apreciarse a personalidades como Claudio Narea, reconocido ex integrante de “Los Prisioneros”, y Tamara Muñoz, vicepresidenta de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT). Llegaron asimismo saludos de adhesión de estructuras regionales de la IC desde Arica a Magallanes.
El ex Secretario de Estado recalcó que esta unión busca “trabajar por abrir las puertas y las ventanas de La Moneda a las demandas ciudadanas con transformaciones profundas, que han sido postergadas desde la génesis misma de la transición pactada, transformaciones que requieren empujarse ahora y no mañana”.
“Este paso tiene el sentido de la historia, en primer término, porque tiene cierto grado de excepcionalidad: frente a la tendencia de la izquierda a dispersarse y fragmentarse, frente a la cohesión de los conservadores y poderosos de siempre, hoy estamos mostrando que es posible construir unidad, que cuando no existen diferencias no tiene sentido caminar separados, que es imprescindible cuando cada día que pasa se hace más evidente que existe la urgencia de la unidad”, señaló.
Camilo Lagos señaló que el paso de unidad con la Izquierda Ciudadana sigue la línea de “búsqueda incansable de la igualdad, pero hermanada permanentemente a la libertad, a la autonomía y la democracia. El objetivo principal es confluir lineamientos para avanzar en la unidad, en la transformación social y cultural de nuestra patria (…) construir esta unidad para una transformación social”.
En el encuentro, también intervino el ex candidato presidencial Marco Enríquez–Ominami, quien, tras su alejamiento de la política, reapareció en un acto del partido luego de un año y medio de haber guardado silencio en instancias similares. “Dejé la política contingente, pero mi militancia jamás, sigo siendo un militante de este partido con alegría y orgullo”, dijo, enfatizando que “para mí la Izquierda Cristiana y la Izquierda Ciudadana que dio origen siempre fue para mí un faro de inspiración por la razón que mi abuelo era de la IC y me habría gustado a mi militar en ella”.
Por último, se refirió al progresismo a nivel internacional, destacando que espera poder lograr un triunfo en Argentina mañana, con Alberto Fernández en las presidenciales, pues “cuando pierde un progresista, pierden los pobres”, puntualizando que aquello incluye “el interés de saber escuchar las demandas legítimas de las clases medias que, en el caso de Chile, hoy se siente insegura”.
En el encuentro se estrenó también la torta progresista, con colores rojo y celeste, que fue compartida por la numerosa concurrencia en un ambiente fraternal y festivo.
Por Iván Gutiérrez Lozano. El autor es periodista.
Santiago, 10 de agosto 2019.
Crónica Digital.
Por su importancia, reproducimos el documento suscrito en la Ceremonia de la Unidad, que es síntesis de un texto más extenso:
NUESTRO COMPROMISO DE UNIDAD PROGRESISTA: UNA HERRAMIENTA PARA LUCHAR POR UN NUEVO CHILE
- Nos comprometemos a dar un salto adelante en la convergencia de todas y todos los partidarios de una izquierda radicalmente democrática, de carácter progresista y hechura ciudadana; comprometida con la transformación radical de la sociedad y con la superación del neoliberalismo como modo de producir la vida; que asuma como horizonte orientador la conquista de la soberanía popular en la economía, la sociedad y la cultura, a través de una Asamblea Constituyente y la creación de un Estado Social de Derecho. Para esos propósitos es fundamental promover la unidad social y política del pueblo.
- Nos comprometemos a fortalecer una herramienta política ciudadana que luche por la superación de la distribución desigual del poder y los bienes sociales; por poner fin a todas las formas de discriminación, exclusión, violencia y explotación; por cambiar una sociedad que ha puesto en peligro los equilibrios ambientales y la sustentabilidad de la vida de la especie humana y la Tierra. Nos comprometemos a fortalecer una herramienta política que combata por la igualdad, la soberanía popular, la solidaridad, la diversidad, para construir una sociedad radicalmente democrática, incluyente y fundada en la justicia.
- Nos comprometemos a impulsar hoy y no mañana la unidad más amplia de todos los demócratas progresistas para derrotar la derecha y lograr un Gobierno dotado de un programa de cambios. No existen condiciones para una perspectiva de transformación radical de la sociedad y la superación del proyecto neoliberal, sin la derrota de la derecha política y económica hoy instalada en La Moneda. El desarrollo de la Casa Común del Progresismo es, en ese contexto, una contribución a la tarea de empujar la unidad social y política del pueblo, frente al despotismo de los neoliberales y conservadores, para conquistar un Gobierno de transformaciones profundas en Chile.
- La construcción de la Casa Común del Progresismo no es el resultado de un cálculo de coyuntura, sino que es expresión de la convicción de largo aliento de que es posible una fuerza progresista que articule la afirmación de la originalidad de su alternativa política, con una vocación por la unidad social y política del pueblo. Es fruto de la certeza de que, en esta generación, esa fuerza es imprescindible para la formulación e implementación de un Programa de Gobierno para la construcción de un Nuevo Chile.
Somos Progresistas porque tenemos una profunda vocación de cambio y asumimos como tarea principal empujar el tránsito desde una sociedad desigual y de privilegios a una sociedad de derechos garantizados para todas y todos.
Queremos que la Casa Común del Progresismo sea una herramienta política grande y capaz de contribuir en forma decisiva a la conquista de una Patria Nueva.
