Los gigantescos incendios son demasiado grandes para ser extinguidos al momento, escribió en Twitter la Oficina Australiana de Meteorología.
Las llamas también provocaron un espeluznante resplandor anaranjado en el puerto de Sídney en la tarde de este viernes.
Hasta el momento, los siniestros mataron a cuatro personas y destruyeron más de 680 hogares desde que comenzaron a expandirse por Nueva Gales del Sur a principios de noviembre.
Imágenes de satélite publicadas en las redes sociales muestran cómo el humo se esparce por el mar hacia Nueva Zelanda, a dos mil kilómetros de distancia.
Entretanto, más de dos mil 800 bomberos trabajan para sofocar las llamas, informó el Servicio Rural de Incendios en su cuenta de Twitter donde precisó que el área total consumida por el fuego asciende a unas 335 mil.
Habitualmente en esa región había incendios en época de verano; sin embargo, este año la temporada comenzó antes, según las autoridades, debido a una prolongada sequía, fuertes vientos y la acción humana.
Hasta el momento, las peores quemadas registradas en Australia ocurrieron en 2009, cuando las llamas provocaron la muerte de 173 personas así como la destrucción de miles de hogares en el estado de Victoria, al sur del país.
Canberra, 6 de diciembre 2019
Crónica Digital/PL