Las diferencias entre oferta y demanda en la financiación del comercio podrían obstaculizar la capacidad para apoyar la recuperación económica tras la pandemia, alertaron hoy organismos internacionales.
En una declaración conjunta, la Organización Internacional de Comercio (OMC), la Cámara de Comercio Internacional y el B-20 Arabia Saudita advirtieron sobre los efectos de la menor financiación.
El texto instó al sector privado y público a la colaboración para afrontar los efectos negativos de la pandemia y destacó la importancia del comercio transfronterizo con vistas impulsar la economía tras la recesión causada por la Covid-19.
La financiación del comercio es un elemento crítico para reactivar el crecimiento mundial de las importaciones y exportaciones, reiteró el comunicado y estimó que la financiación del comercio oscila entre dos y cinco billones de dólares para satisfacer esta demanda.
Abordar el déficit será un desafío, acotó.
La creciente brecha entre demanda y oferta afectará particularmente a las micro, pequeñas y medianas empresas y las que estén en los países en desarrollo, con importantes implicaciones para el empleo y los ingresos, pronosticó.
Al respecto el director general de la OMC, Roberto Azevêdo, consideró que no abordar el déficit de financiamiento comercial socavará seriamente los esfuerzos en curso para dar al comercio el impulso que necesita con el propósito de ayudar a la recuperación económica global.
Ginebra, 9 de julio 2020
Crónica Digital/PL
Jue Jul 9 , 2020
Por Omar Cid* El estudio realizado por MORI y la Fundación Instituto de Estudios Laborales (FIEL) en la Región Metropolitana[1]. Particularmente, El Gran Santiago, nos permite reflexionar sobre algunos temas que han estado en el debate público, desde antes de la crisis sanitaria. La ciudadanía percibe que las políticas de la administración vigente, están destinadas a proteger los intereses del 1% de los grupos poderosos de la sociedad. Así, lo considera el 86% de los encuestados. Esa impresión se reafirma, al indicar que la preocupación principal del gobierno son los empresarios en un 73%. Estos antecedentes son significativos, porque la idea republicana divulgada por el presidente empresario, de gobernar para todos, perdió sentido, no posee credibilidad alguna, a lo menos en esta fotografía social. Otro dato revelador, es que el 63% de los entrevistados, dice informarse por la televisión abierta sobre la pandemia. O sea, escuchan la visión de los medios uniformados de comunicación. Sin embargo, la credibilidad de estos sitios tanto televisivos como radiales no supera el 9%. Es más, las redes sociales ocupan un 31% de las preferencias, a la hora de buscar información del Covid19. Se distingue aquí, una oportunidad para el fortalecimiento de medios de comunicación, no pertenecientes a los grandes conglomerados económicos. Es el tiempo, en que las organizaciones sociales, sindicales y barriales desarrollen proyectos informativos propios o fortalezcan los existentes: apuntando a la educación de sus bases. Las tecnologías están al alcance y deben usarse en ese beneficio, un ejemplo concreto es la radio Recabarren[2], impulsada por La Central Unitaria de Trabajadores entre otras iniciativas del mismo tipo. En el mismo sentido, cuando se traza el mapa de la confianza en las instituciones y élites, los medios de comunicación llegan al 30%, junto a los bancos. Curiosa mixtura, en el país donde los dueños de banco, poseen canales de televisión y radios. Ahora, el dato demoledor es que las redes sociales según el 68% de los consultados, informan de mejor manera que los órganos oficiales. Otra referencia llamativa, es el 75% de los santiaguinos que certifica no creer a los matinales. ¿Qué subjetividad se ha ido construyendo? ¿Cómo es posible que un pueblo encerrado, asediado comunicacionalmente manifieste ese malestar? La pregunta está abierta. Una probable respuesta, es la dura realidad del hambre, el desempleo, el miedo, el desamparo, la impotencia y la rabia que se acumula, en el escenario de los conventillos 2.0. El regreso de las ollas comunes, de las redes de asistencia, donde las organizaciones sociales y los vecinos con sus propias iniciativas, cumplen un rol fundamental: es el gran retrato de este tiempo histórico. La intranquilidad, la sombra de los despidos se ha volcado a los sectores medios, la preocupación está instalada y se traduce en retirar a sus hijos de los colegios privados, con el impacto psicosocial que implica ese quiebre al interior del grupo familiar; el congelamiento en pago de créditos de vivienda se ha extendido, se llega con dificultad a fin de mes. Lo teatral del hecho, es […]