La titular de la Cámara Alta señaló la propuesta durante la cuenta pública del Poder Legislativo.
La presidenta del Senado, Yasna Provoste, emplazó y propuso directamente al Presidente de la República, Sebastián Piñera, la creación de una comisión especial “para la verdad y la reparación” en materia de violaciones a los Derechos Humanos, en el marco del estallido social, idea que dijo comparte también el senador Pedro Araya, presidente de la Comisión de Constitución, donde actualmente se tramita el proyecto de indulto a presos de la revuelta.
Al respecto, el senador por Antofagasta y presidente de la comisión de Constitución, Pedro Araya destacó: “Junto a la presidenta del Senado, Yasna Provoste, estamos planteando la necesidad de poder crear una comisión que se haga cargo de establecer una verdad histórica, sin reemplazar la labor de los tribunales de justicia y de la fiscalía”. Asimismo, el legislador por Antofagasta explicó que la instancia servirá “para determinar quiénes son las víctimas del estallido social, quiénes son aquellas personas que se encuentran injustamente privadas de libertad y a partir de eso poder plantear una serie de soluciones, que van desde la reparación a las víctimas hasta reconocer la responsabilidad del estado en esta materia”.
Jue Jul 22 , 2021
Por Pablo Salvat* Los tiempos de la posverdad y de los fake news (noticias falsas) hacen muy difícil las posibilidades de tener un debate honesto sobre el acontecer, sea nacional, regional, latinoamericano o mundial, a nivel de la economía, de la política o de la cultura. Chile es un país “ais-lado”, y sus medios de comunicación lo reproducen día a día, informando de manera muy sucinta y homogéneamente tendenciosa , cuando no desinformando, de lo que sucede más allá de nuestras fronteras. En los medios son “noticia” aquello que ciertas agencias y grupos informativos distribuyen e imponen como tales. Sí estimados lectores que a veces se asoman a estas columnas. Estoy hablando del nuevo intento de asedio digital y mediático a Cuba; del magnicidio en Haití, de la represión y la paramilitarización terrible de la política en Colombia. Del intento de robarle las elecciones a Pedro Castillo en el Perú, con más de un mes que la Junta Electoral allí no da como ganador al ganador porque las elites mandantes no lo quieren. Estoy hablando del Medio Oriente, de Siria, Irak, Afganistán, Libia, entre otros y del intento de USA y Europa de seguir dominando y mandando allí, de donde ellos no son y a donde ellos no pertenecen. Para el republicanismo democrático que, en muchos sentidos me representa, libertad no es, como lo pretende el neoliberalismo, hacer lo que a cada cual le de la gana y que nadie lo interfiera en ello. No. Libertad es para nosotros, no dominación. Esto es, capacidad de ejercitar el autogobierno y la autonomía, desde la ciudadanía subjetiva hasta el accionar de un pueblo autoorganizado. Y esto es lo que está en juego en esta suerte de nueva ola de ataque que algunos designan como una versión remozada y privatizada del Plan Cóndor en nuestra América. Lo que está pasando en la Isla, Haití, Colombia o el Perú: ¿es pura casualidad? ¿es pura espontaneidad? Este creo es uno de los aspectos claves en juego: libertad de autodeterminación o neocolonialismo. Una alternativa que ha recorrido nuestra historia latinoamericana desde la primera independencia pues y que no termina de dilucidarse 200 años después ¡ Sería útil preguntarse: por qué cada vez que un proyecto sociopolítico apuesta por la autodeterminación no lo puede llevar a cabo? Usted dirá, pero ¿dónde? Veamos solo algunos ejemplos: uno, la ocupación de la isla cubana por los USA después de la derrota de los españoles a manos de los independentistas (1898); dos, lo sucedido en varios países de Centroamérica, ahí tiene R. Dominicana, Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua; después, golpes en Brasil, Paraguay, Argentina, Bolivia. Y claro, no podemos dejar de mencionar el caso chileno del Golpe de Estado de 1973, donde se nos ha querido mentir diciendo que fue solamente una acción criolla, espontánea, para confrontar el así llamado “cáncer marxista”. Afirmaciones contradichas por una ingente información en sentido contrario (pueden consultar -entre otros- el Informe Church, del senado estadounidense). Sin embargo, como […]