Los intentos de Washington de imponer una democracia al estilo estadounidense en países como Irak y Libia utilizando principalmente medios militares han sido un fracaso «espectacular» y estos países han quedado en un estado de destrucción, según dijo un renombrado experto estadounidense.
«En los últimos 20 años, Estados Unidos ha sido su peor enemigo por la forma en que ha tratado de imponer la democracia en estos países, utilizando sobre todo medios militares o coercitivos. No ha funcionado bien. A la larga, se está perjudicando a sí mismo», declaró en entrevista con Xinhua Sourabh Gupta, investigador principal del Instituto de Estudios China-EE. UU., con sede en Washington.
A su parecer, «la democracia, sea del estilo que sea, no puede imponerse a martillo en ninguna sociedad. Cualquiera que sea la forma de representación política que surja en la sociedad desde la base, hay que entender las circunstancias y situaciones locales, y sobre esa base, construir una institución política representativa».
«Me temo que EE. UU. no tiene paciencia (…) Está intentando hacer esto de arriba hacia abajo sin comprender a las sociedades locales. Y es bastante comprensible que haya fracasado, y fracasado estrepitosamente, en muchos países en los que lo ha intentado», afirmó Gupta.
Y continuó: «Yo diría que, más allá de la paciencia, lo está haciendo por motivos de interés nacional, más que para profundizar realmente en la democracia per se».
Gupta criticó la intención de Washington de celebrar la llamada Cumbre para la Democracia como un intento de sembrar división.
«El objetivo de la democracia es la inclusión. Aquí no hay nada inclusivo. Se trata de intentar crear coaliciones de aquellos dispuestos a participar en una competición de ‘nosotros contra ellos'», recalcó.
«Ese es el verdadero problema, porque lo que hace la Cumbre para la Democracia es no abordar muchos de los problemas reales a los que nos enfrentamos en el sistema mundial actual, que requieren un enfoque más centrado en la ONU y más inclusivo para encontrar soluciones. Y no es ahí adonde nos lleva la cumbre, y eso es lamentable», comentó Gupta.
A su juicio, «poco a poco, la propia cumbre está flaqueando y perdiendo su vitalidad».
El experto recordó que la Cumbre para la Democracia de 2021 no produjo ningún «resultado clave». «En realidad no hubo nada. Se convirtió en un bonito gran espectáculo sin ningún significado», puntualizó.
La cumbre está pensada «más para dividir que para unir», porque EE. UU. ha invitado a los países a asistir «basándose exclusivamente en sus propios intereses nacionales», añadió.
«Para algunos de esos países, si había un Gobierno alineado a favor de Estados Unidos, recibía una invitación. Si era una democracia, pero no tenía un Gobierno proestadounidense, su invitación resultaba cancelada (…) Francamente, la era de estas cumbres para la democracia será más conocida por el retroceso en términos de democracia que por cualquier mejora material real o resultado de estas mismas», concluyó.
Nueva York, 29 marzo 2023
Crónica Digital/Xinhua
