Confirmada en el cargo de Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet recibió ovaciones casi unánimes en Chile y el mundo, pero también descalificaciones y advertencias.
La dos veces presidenta de Chile (2006-2010 y 2014-2018) fue aclamada este viernes en Nueva York por diplomáticos de grupos regionales en la Asamblea General de la ONU, salvo una excepción, Estados Unidos que intentó imponerle su agenda.
En el país austral, el reconocimiento marcado por la admiración y el respeto fue abrumadoramente amplio, incluyendo a su rival de centroderecha y actual jefe de Estado, Sebastián Piñera.
Piñera valoró de forma positiva la nominación y el inminente nombramiento que se concretó hoy. La exgobernante dejará en funcionamiento en su país la fundación Horizonte Ciudadano, con caras nuevas e insertada en un concierto socio-político.
Sin embargo, desde los partidos que integran la coalición en el poder actualmente en Chile, como el derechista Unión Demócrata Independiente (UDI) y el centroderechista Renovación Nacional desbarraron de la exdignataria.
En cualquier, los elogios de Antonio Guterres, secretario general de la ONU, y de Federica Mogherini, Alta Representante y vicepresidenta de la Unión Europea (UE), entre otros muchos, colocan alfombra roja a Bachelet para su llegada a Ginebra.
Será en la ciudad suiza el cuartel general en los próximos cuatro años para la política chilena, quien es médico pediatra de profesión, estuvo presa y sufrió torturas durante la dictadura de Augusto Pinochet, y debió exiliarse.
Su padre, el entonces general Alberto Bachelet, se rebeló contra el golpe de estado de Pinochet, fue hecho prisionero y el sinnúmero de torturas que le aplicaron terminó con su vida en 1974.
La próxima jefa del CDH (Consejo de Derechos Humanos de la ONU), enfrentará duras tareas en la sede alterna de las Naciones Unidas, en especial a partir de la política agresiva del actual inquilino de la Casa Blanca, Donald Trump.
Trump ha marcado distanciamiento con todos los organismos multilaterales, empezando por la Unesco, cuestiona a la UE, la Otan, y muy en particular el CDH y todos los mecanismos de la ONU.
En una entrevista publicada en Chile por el medio satírico The Clinic, Bachelet dejó en claro sus simpatías con Luiz Inacio Lula da Silva y Dilma Rousseff, sus antiguos homólogos de Brasil, sometidos a procesos infames.
«En el mundo ha habido una cantidad importante de artículos y de reflexiones en torno a si el caso de Lula se ha ajustado a un debido proceso, si no se ha politizado obsesivamente en una sociedad que está bastante polarizada», comentó.
«Yo creo que él (Lula) es un hombre honesto, pero también porque le tengo cariño y aprecio, como a Dilma (Rousseff). Lo que se hizo (contra Dilma) fue claramente político y quienes llevaron adelante el proceso contra ella son personas que hoy día están presas», apostilló.
Santiago de Chile, 11 de agosto 2018
Crónica Digital /PL