Un muestreo de Morning Consult esta semana reveló que el 65 por ciento los votantes del campo ven a la tolda del presidente Joe Biden de forma negativa, mientras que solo el 29 por ciento lo aprecian de manera favorable.
Eso no es de extrañar porque en las últimas décadas ese voto se inclinó por los republicanos aunque, por ejemplo, hay un componente de granjeros negros en todo el país que aún apoya a los azules pese a que su número disminuyó en el último siglo de un millón a menos de 40 mil en la actualidad, según estadísticas oficiales.
Los votantes rurales, según expertos en el tema, se componen en gran medida de individuos blancos de clase trabajadora que están a favor de la policía, los valores cristianos y la seguridad de la frontera entre Estados Unidos y México, y cuando el expresidente Donald Trump ganó la presidencia obtuvo su apoyo.
Los demócratas alejan a los votantes rurales en temas como el control más estricto de las armas, los temas LGBTQ+ y el movimiento Black Lives Matter, encontró la pesquisa.
Solo el 23 por ciento de los electores rurales piensa que la tolda azul se preocupa más por su comunidad que los republicanos.
El muestreo llegó en momentos en que los del partido de Biden se esfuerzan por mantener sus escasas mayorías en la Cámara de Representantes y el Senado en los comicios de noviembre.
Según el representante Jason Smith, líder republicano del Comité de Presupuesto de la Cámara y miembro del Comité de Medios y Arbitrios, muchos electores de las zonas rurales sienten que su modo de vida está siendo atacado por Washington.
No hay duda de que la inflación, dijo, es mala para todo el mundo, pero es la que más está afectando a los estadounidenses del campo.
Datos de la Oficina Presupuestaria del Congreso (CBO) confirman que la inflación perjudica a las comunidades rurales en una proporción mayor que a las zonas urbanas y es un 130 por ciento superior a la de las áreas urbanas, provocando una erosión inflacionista de los salarios.
Cuando el Congreso controlado por los demócratas aprobó un proyecto de ley de gasto de dos billones de dólares en marzo de 2021, el exasesor económico del expresidente Barack Obama, Larry Summers, advirtió que el gasto imprudente de los demócratas «desencadenará presiones inflacionarias de un tipo que no hemos visto en una generación.»
Por otra parte, los estímulos aprobados bajo el gobierno de Biden, cerca de dos billones de dólares, aun no llegan, incluso, a manos de los granjeros negros que volcaron su voto por los demócratas y temen perder sus propiedades.
Como van las cosas en el sector rural y conservador, los demócratas tienen mucho trabajo por delante para ganarse a una región que jugó un papel pequeño pero clave en la victoria del presidente Biden sobre Donald Trump durante las elecciones de 2020.
Washington, 23 febrero 2022
Crónica Digital/PL