El canciller ruso, Serguei Lavrov, reiteró hoy su apoyo al plan del enviado especial de la ONU, Kofi Annan, para un compromiso mutuamente aceptable tan rápidamente como sea posible para solucionar la crisis en Siria.
En un extenso artículo que aparece bajo su firma en el sitio web de la Red Votaire, el jefe de la diplomacia rusa explicó la posición de Moscú para la solución de la crisis, apartada diametralmente de la política de doble rasero de otros actores.
Al abordar el tema de la violencia explicó que los actores exteriores deben hacer todo lo posible, por un lado, para poner fin al derramamiento de sangre y, por otro lado, para respaldar un compromiso que implique a todas las partes en conflicto.
Las acciones que los países miembros de la OTAN emprendieron contra Libia en el marco de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU condujeron a una grave violación de las mismas, y a proporcionar apoyo a uno de los beligerantes de la guerra civil, señaló.
En las actuales circunstancias, aseveró, en que la complejidad de las relaciones internacionales aumentó considerablemente, se hace evidente que el uso de la fuerza para resolver los conflictos no tiene la menor posibilidad de prosperar, en referencia a la receta que algunos quieren aplicar en esta nación.
Por otra parte, aseguró que la principal responsabilidad por la crisis que sacude el país recae en el gobierno sirio, que fracasó en cuanto a tomar el camino de la reforma en su debido momento o en sacar las conclusiones de los profundos cambios que están teniendo lugar en materia de relaciones internacionales.
Sin embargo, añadió, Siria es un Estado multiconfesional y durante estas últimas décadas de predominio laico del partido Baas se respetó la libertad de conciencia y las minorías temen que si se destruye el régimen también se destruya esa tradición.
El jefe de la diplomacia rusa apeló a ofrecer a esas personas las garantías necesarias, según los estándares humanitarios internacionales generalmente aceptados.
Al abordar el tema de los derechos humanos y libertades civiles destacó la imagen de Damasco y resaltó que aquí estos conceptos son muchísimo más elevado que el de ciertos países que hoy pretenden dar lecciones de democracia a ese gobierno.
En el caso de esta nación, Lavrov abogó por ejercer presión para obtener primeramente un cese del fuego y para promover luego el inicio de un diálogo entre los sirios con la participación de todas las partes, diálogo tendiente a negociar una fórmula de arreglo pacífico de la crisis por parte de los propios sirios.
Advirtió que ejercer presión para expulsar de inmediato a Bashar al-Assad, en contra de los deseos de un considerable sector de la sociedad equivaldría a sumir el país en una guerra civil sangrienta y prolongada.
Recalcó que la base de los seis principios del plan Annan es garantizar el fin de la violencia, venga de quien venga, e iniciar un diálogo político dirigido por Siria y cuyo objetivo no será otro que responder a las preocupaciones y aspiraciones de ese pueblo.
Tenemos la convicción, subrayó, de que si nuestros socios actúan bajo esa misma perspectiva, sin móviles ocultos ni dobles raseros, es posible llegar a un arreglo pacífico de la crisis siria, ya que otras vías no favorecerán la paz ni en ese país, ni en el conjunto de la región.
Santiago de Chile 22 de junio 2012
Fuente prensa Latina
Crónica Digital