La FARC declaró hoy que con la captura del dirigente del partido Jesús Santrich el proceso de paz de Colombia se situó en su punto más crítico y amenaza con ser un verdadero fracaso.
En rueda de prensa en esta capital, el Consejo Político Nacional de la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (FARC) denunció que la detención de Santrich forma parte de un plan orquestado por el gobierno de los Estados Unidos con el concurso de la Fiscalía colombiana.
El exjefe de la delegación guerrillera negociadora de la paz, Iván Márquez, dijo que el montaje jurídico tramado amenaza con extenderse a toda la excomandancia fariana con el fin de decapitar la dirección política del Partido.
Santrich, quien también formó parte de la delegación de paz en La Habana y que fue elegido como congresista de la FARC a partir de julio próximo, fue detenido por la Fiscalía la víspera por la supuesta comisión de un delito de narcotráfico.
Tras su arresto el presidente, Juan Manuel Santos, afirmó en alocución televisiva que la Fiscalía tenía pruebas de la imputación y que si tras el debido proceso la Corte Suprema de Justicia refrendaba el fallo fiscal no le temblaría la mano para extraditarlo a Estados Unidos.
En las declaraciones a la prensa local e internacional este martes la dirección del partido de la FARC comentó que lo sucedido responde también a la necesidad de fabricar un pretexto para justificar la fracasada «guerra contra las drogas».
«El pretexto no podía ser otro que el de la prolongación de nuestras presuntas actividades delictivas, para impedir además el conquistado derecho a la participación política, incluida la representación en el Congreso», expresó Márquez.
El dirigente de la FARC, quien estuvo acompañado en la rueda de prensa de una amplia representación de la dirección del partido, trasladó a Santrich la solidaridad de la colectividad y el apoyo a la huelga de hambre que comenzó.
«Conocemos su voluntad de acero. Nuestro apoyo a la huelga de hambre que ha iniciado y a su llamado a que sea acompañado por los prisioneros y prisioneras de guerra que aún se encuentran en las cárceles del régimen».
La detención del dirigente de la exguerrilla es también un pésimo mensaje a los excombatientes que hoy se encuentran en los Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación, alertó Márquez.
Es indiscutible que se pretende forzar la desbandada del proceso para justificar la continuidad de la violencia, apuntó, luego de pedir a los exguerrilleros mantener la calma y no aceptar la provocación.
La FARC llamó a la solidaridad de todos los sectores sociales y le pidió al presidente del país una reunión urgente.
También solicitó a Cuba y Noruega como países garantes, a la Misión de la ONU en Colombia y a la Unión Europea reunión urgente y el apoyo de toda la comunidad internacional en el acompañamiento al mantenimiento de la paz.
Bogotá, 10 de abril 2018
Crónica Digital /PL