Lula asistirá a una misa en homenaje a su difunta esposa María Leticia, quien cumpliría hoy 68 años y falleció en el contexto de una masacre mediática y judicial contra su compañero de vida por más de cuatro décadas.
La expectativa es que durante la misa -inicialmente prevista para las 09:00 (hora local) o al término es ésta, el exdignatario haga un pronunciamiento y anuncie cuándo y cómo acatará la orden de prisión, cuyo plazo inicial expiró ayer por la tarde.
Según el diario digital Brasil 247, Lula pudiera ser detenido después de la misa, algo que negocia desde la víspera la Policía Federal (PF); pero los movimientos sociales ‘pretenden impedir que Lula sea retirado del sindicato y llevado a Curitiba’, acotó.
En un video difundido a través de las redes sociales, el presidente nacional del Partido da Causa Obrera (PCO), Rui Costa Pimenta, sostuvo que el momento continúa siendo de movilización y unidad entre las fuerzas de izquierda para evitar ‘la ilegalidad máxima que es la prisión de un ex Presidente de la República en un proceso sin pruebas’.
Cuando aquellos que están encargados de defender las leyes pasan por encima de éstas las leyes dejan de existir, subrayó Costa Pimenta e instó a no permitir que tal ilegalidad sea realizada sin una lucha activa.
Sergio Moro ordenó sorpresivamente al final de la tarde del jueves el encarcelamiento del exgobernante e indicó que éste debería presentarse antes de las 17:00 (hora local) de ayer en la Superintendencia de la PF, en la capital del estado de Paraná.
De acuerdo con reportes de prensa, Moro recibió sobre las 17:30 (hora local) la autorización del Tribunal Regional Federal de la Cuarta Región (TRF-4) para disponer el encierro de Lula y emitió la orden correspondiente sobre las 17:50, apenas 20 minutos después.
El juez federal a cargo de la operación anticorrupción Lava Jato dijo que Lula podría concurrir voluntariamente, sin ser esposado bajo ninguna circunstancia, y que permanecería recluido en una sala especial de la PF, ‘en razón de la dignidad del cargo ocupado’, y separado de los demás presos, sin riesgo para su integridad moral o física.
En opinión del profesor de Derecho Constitucional en la Pontificia Universidad Católica de Sao Paulo, Pedro Serrano, la decisión proferida por Moro carece de fundamento porque no aguardó que se publicara la resolución del Supremo Tribunal Federal negando el habeas corpus preventivo, solicitado por la defensa de Lula.
Tampoco expiraron los recursos ante el TRF4, que ya había determinado que el cumplimento de la pena agravada (de 12 años y un mes de cárcel) debería aguardar por la apreciación de los últimos recursos, agregó.
‘Acto público, acto judicial no publicado es un acto que no es apenas ilegal, sino jurídicamente inexistente’, explicó Serrano.
Brasilia, 7 de abril 2018
